Tras lo ocurrido en verano, se espera que en Europa y en España nuestros hogares tengan esta plaga en otoño
A pesar del miedo que muchas personas les tienen, los expertos recuerdan que las arañas cumplen una función ecológica esencial, incluso dentro de nuestros hogares.

Este otoño, los encuentros con arañas dentro de casa podrían ser más frecuentes de lo habitual, y el cambio climático parece estar detrás del fenómeno. Las altas temperaturas registradas durante la primavera y el verano han creado las condiciones perfectas para que estos arácnidos se desarrollen antes de tiempo y en mayor número.
Según el profesor David Gee, zoólogo de la Universidad de Derby, quien comparte su testimonio con la publicación francesa ouest-france, las temperaturas más cálidas desde principios de año han acelerado el ciclo vital de las arañas. Al desarrollarse más rápido, han alcanzado la madurez sexual antes de lo habitual, lo que ha desencadenado una temporada de apareamiento adelantada y más intensa.
Este fenómeno, observado en el Reino Unido y que podría extenderse al resto de Europa, se traduce en una mayor presencia de machos deambulando en busca de pareja. Esta búsqueda intensiva ha provocado incluso una especie de "guerra de territorios", en la que muchas arañas terminan invadiendo nuestros espacios.
El calor también ha favorecido la proliferación de insectos, una fuente principal de alimento para las arañas. Esto no solo ha permitido su supervivencia en mayor número, sino que ha creado un ambiente ideal para su expansión.
Por eso, ver más arañas en casa no es una simple coincidencia: aunque a veces nos asusten, no representan una amenaza real. De las más de 50.000 especies de arañas en el mundo, apenas unas pocas son peligrosas para los humanos, y los encuentros con ellas son extremadamente raros.
Durante los meses fríos, las arañas buscan refugio en el interior de nuestras casas para sobrevivir. Se esconden en rincones poco visibles, lejos del ajetreo humano. Su presencia, sin embargo, tiene beneficios. Al alimentarse de moscas, mosquitos y otros insectos molestos o dañinos, ayudan a mantener a raya a plagas más problemáticas.
Expertos en jardinería también advierten que eliminarlas por completo puede ser contraproducente. En realidad, funcionan como controladores biológicos naturales tanto en el jardín como dentro del hogar.
¿Cómo mantenerlas alejadas sin dañarlas?
Si bien su presencia tiene ventajas, no todos quieren compartir su casa con ellas. Existen métodos naturales y respetuosos para mantenerlas a raya. Aromas como la lavanda, menta, citronela, canela o incluso vinagre blanco son conocidos por repelerlas sin necesidad de matarlas.
Y para los más aprensivos: la vieja leyenda de que nos tragamos ocho arañas al año mientras dormimos ha sido desmentida en múltiples ocasiones. Las arañas evitan a los humanos tanto como nosotros a ellas.
