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Un cambio de normativa de la UE se sentirá en los bolsillos españoles a partir de mayo

Un cambio de normativa de la UE se sentirá en los bolsillos españoles a partir de mayo

Los nuevos límites al consumo en modo reposo afectarán a casi todos los hogares y podrían suponer un ahorro de hasta 100 euros al año.

Un cambio de normativa de la UE se sentirá en los bolsillos españoles a partir de mayOscar Martín

La Unión Europea pondrá en marcha en mayo de 2025 una nueva normativa de eficiencia energética que reducirá el consumo eléctrico de millones de hogares. Las nuevas reglas se centran en limitar el gasto de los aparatos electrónicos que permanecen enchufados aunque no estén en uso, el típico “modo espera” o stand by.

A partir de esa fecha, estos dispositivos no podrán consumir más de 0,5 vatios cuando estén en reposo. Para aquellos que tengan pantalla informativa, el límite sube ligeramente hasta los 0,8 vatios. La medida afectará a productos tan habituales como los televisores, los cargadores, los routers y otros aparatos que, aunque parezcan apagados, siguen tirando de la red eléctrica.

Los consumidores no tendrán que hacer ningún desembolso extra ni sustituir sus viejos electrodomésticos. La normativa no obliga a cambiar el equipo ya instalado, así que quienes tengan aparatos más antiguos pueden quedarse tranquilos.

Un recorte energético del tamaño de un país

La Comisión Europea ha lanzado esta medida para combatir el derroche eléctrico que suponen esos consumos silenciosos. Según sus cálculos, el modo reposo puede llegar a representar hasta un 10 % del gasto energético de un hogar. Si se suman todos los países de la Unión, la cifra escala a decenas de teravatios hora cada año.

El portal polaco Warszawa w Pigułce, que ha adelantado los detalles de esta normativa, recoge que los hogares podrían ahorrar entre 20 y 100 euros anuales gracias a este cambio. Puede parecer poca cosa, pero el impacto colectivo es enorme.

La UE se ha marcado como objetivo reducir el consumo energético en 35 teravatios hora anuales para 2030. Es el equivalente aproximado al gasto eléctrico de todo un país como Dinamarca. Este tipo de medidas buscan avanzar en los compromisos climáticos europeos, empezando por lo más cotidiano: el consumo doméstico.

En paralelo, cada vez más hogares están incorporando soluciones inteligentes para controlar mejor su factura. Los dispositivos de tipo smart home ofrecen funciones de programación o apagado remoto por precios bastante accesibles, y pueden contribuir a aumentar el ahorro a final de mes.

Los fabricantes también deberán mover ficha. A partir de mayo, las empresas tendrán que ajustar sus productos a los nuevos requisitos. Eso implica invertir en componentes más eficientes, desarrollar software optimizado y seguir reduciendo el consumo incluso en los modos inactivos.

Pero el terreno no es del todo nuevo. Muchas grandes marcas ya llevan años trabajando en ello, y buena parte de los dispositivos actuales ya cumplen o están cerca de cumplir con las nuevas exigencias. Los consumidores no tendrán que correr a renovar su equipamiento, aunque conviene revisar el consumo de ciertos aparatos, como los televisores más antiguos.

La eficiencia energética se convierte así en un criterio de peso a la hora de renovar electrodomésticos o tecnología para el hogar. A partir de mayo, hacerlo no solo será recomendable: será ley.