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El edificio ruso inspirado en un fuerte sueco que es todo un símbolo de prosperidad en esta ciudad de Europa

El edificio ruso inspirado en un fuerte sueco que es todo un símbolo de prosperidad en esta ciudad de Europa 

Tiene una altura de 462 metros.

An aerial view of Lakhta Center during the night, Saint Petersburg, RussiaGetty Images

El edificio más alto de Europa se alza a 462 metros de altura en medio de un antiguo terreno, a 12 kilómetros del centro de San Petersburgo. Se trata del Centro Lakhta; una torre de cristal que parece salida de una crónica de la Edad Media.

Es el rascacielos más septentrional del mundo, una espectacular estructura de vidrio y acero que supera en altura a la Torre Eiffel, al Empire State Building y al Shard de Londres. Es una obra de ingeniería construida en uno de los entornos más extremos del continente.

Fue completado en 2019 en pleno auge económico ruso. Más que un simple edificio es un símbolo de ambición y modernidad y resiliencia ya que durante su construcción se enfrentaron al frío ártico, los fuertes vientos y el hielo permanente propio del país.

Un antiguo castillo como inspiración

Con un diseño curvado, puntiagudo y estilizado, este rascacielos está inspirado en un fuerte sueco levantado en 1611. Cuenta con una estructura de 16.500 paneles curvos y cada piso es distinto al anterior, lo que supuso un gran reto arquitectónico sin precedentes.

Esta peculiar y singular forma no es simple estética, sino que está diseñada para permitir que el viento se desplace sin causar turbulencias que comprometan su estabilidad, una necesidad en una zona tan próxima al Círculo Polar Ártico.

En la cima, se encuentra una malla abierta que permite el paso del aire, reduciendo así la presión del viento. Sin embargo, al mismo tiempo, provoca una acumulación de hielo que puede caer desde 460 metros de altura, un riesgo para las calles y visitantes del complejo.

Con un récord, pero sin función

De los más de 460 metros del Centro Lakhta, 117 metros no son funcionales. Son parte de lo que se conoce como “altura de vanidad”, es decir, espacio añadido únicamente para conseguir superar el récord. Un fenómeno común en la arquitectura de supertorres, también presente en el Burj Khalifa, que suma 200 metros de estructura vacía solo por el título.

Sin embargo, las plantas que no están vacías tienen una gran utilidad. En sus interiores se alberga la sede del gigante energético Gazprom, además de tiendas, restaurantes, un centro deportivo y hasta un planetario. A pesar de su ubicación alejada del centro urbano, es un espacio para la innovación, los negocios y el ocio.

Un proyecto parado por la guerra

En su momento, este rascacielos iba a ser el primero de una serie de edificios destinados a renovar el skyline ruso y proyectar una nueva era de desarrollo y poderío. Sin embargo, tras la invasión de Ucrania en 2022, las sanciones económicas, la inflación y la falta de mano de obra han congelado los planes de expansión.

El Centro Lakhta ha quedado como un gigante solitario, como consecuencia de una ambición detenida en el tiempo. Su futuro como emblema de una nueva era rusa parece, por ahora, tan incierto como las condiciones meteorológicas que lo rodean.