¿Hay que elegir entre Conrad y Jeremiah?: cuando la polarización contamina la ficción
El fenómeno de El verano en que me enamoré ha puesto de manifiesto algo que ya sabíamos: en una sociedad radicalizada siempre hay que tener una opinión... ¿O no?

La serie de amor que ha revolucionado a las masas este verano está a punto de llegar a su fin. El verano en que me enamoré emite este miércoles su último episodio y por fin sus fans podrán descansar tranquilos tras haber pasado dos meses discutiendo. Sí, han sido dos meses de una tercera temporada emitida semana a semana –a la vieja usanza- en la que los seguidores del triángulo amoroso no han parado de pelear por cuál de los hermanos era el mejor, llegando a crear dos bandos claramente diferenciados: el team Conrad y el team Jeremiah.
La cultura, en especial la ficción más 'comercial' ha generado históricamente la necesidad de crear pequeños debates en torno al desarrollo de sus tramas. Pasaba con las novelas diarias y también con las series semanales que se consumían en los 90 y los 2000, antes de la llegada de las plataformas. La ansiada espera entre capítulos y la intriga generada se satisfacía, generalmente, comentando con otros fans el episodio anterior. Sin embargo, con este último fenómeno la tertulia se convirtió pronto en discusión y la falta de entendimiento entre ‘bandos’ abrió rápidamente las puertas al hate en redes sociales.
Los fans de la serie hacían vídeos exponiendo sus preferencias respecto a los personajes y dejaban comentarios críticos y faltas de respeto en las publicaciones de los que opinaban diferente. Tan radicales fueron los posicionamientos de los fans entre el hermano mayor y el pequeño, y tan criticada estaba siendo constantemente la actitud de Belly, la protagonista, que Amazon les tuvo que pedir que se relajaran.
Fans radicalizados
"La serie no es real, pero sí las personas que interpretan a los personajes", escribió la plataforma de streaming en un comunicado oficial, publicado a través de las cuentas de redes sociales de la serie y acompañado de un vídeo con una advertencia de tolerancia cero ante el acoso y las amenazas donde se leía: "El verano que empezamos a comportarnos con normalidad online".
Esta intervención de Prime llegó a consecuencia de que Gavin Casalegno, el actor que interpreta a Jeremiah en EVQME, tuviera que cerrar su cuenta de Instagram debido a las oleadas de odio que recibía diariamente tras la emisión de los episodios de la tercera temporada. Los autoproclamados como team Conrad cargaban contra el actor por considerarlo en la serie un hombre "caprichoso", "infiel" e "inmaduro". De la misma manera, los que empatizaban con Jeremiah acudían al perfil de Christopher Briney (Conrad en la serie) para criticar su "egoísmo" o su "frialdad".

Por todo ello algunos de los actores quisieron manifestar su descontento con la crispación que se había generado a raíz de que este verano la ficción se convirtiese en un fenómeno internacional. Casalegno, concretamente, tuvo que subrayar en The New York Times que él no es su personaje:
"Es importante entender y darse cuenta de que esto es una historia de ficción (…) No miro ya Instagram, no creo que haya un solo ser humano en el mundo que pueda soportar tanta negatividad emocional al nivel de esto que está pasando", confesó en una entrevista. "Amazon hizo un buen trabajo al intervenir, aunque no ha ido muy bien", apuntilló.
En la misma línea, hace tan solo unas semanas Isabel Machado, la novia de Briney, publicó un selfie en Instagram recordando que ella también es una "persona con sentimientos" tras los numerosos comentarios que habría recibido con la intención de boicotear su relación o compararla con la de los personajes de la serie.
Identidad y toxicidad: ¿estamos contaminados?
Pero… ¿por qué hay que ser de un bando? ¿Está permitido no posicionarse? ¿Podemos no insultarnos? Es complicado. En una sociedad tan polarizada como la actual parece que no es tan sencillo mantenerse al margen, ni siquiera con algo tan banal como El verano en que me enamoré. Tal y como han analizado numerosas psicólogas y fans de la serie en redes sociales desde que se produjera el boom de los teams, la defensa a ultranza de un 'bando' de manera pública tendría mucho que ver con la necesidad de pertenencia e identidad.
De por sí los triángulos amorosos y el fenómeno fan son una parte indivisible de nuestra cultura pop. Recuerdan en redes que el simple hecho de que dos personas compitan por el amor de una tercera ya da pie a involucrarse y posicionarse. Ocurrió con los lobos y los vampiros en Crepúsculo e, incluso, con Lucas y Aitor en Los Hombres de Paco. Nada nuevo. Sin embargo, la crispación política y la llegada de las redes sociales habría generado un peligroso caldo de cultivo para una polarización un tanto tóxica.
Más allá de opinar sobre los personajes, los seguidores -que según Luminate no son adolescentes, sino mujeres en su mayoría de 25 a 54 años- habrían llegado a revisar todas las publicaciones en redes sociales de Gavin Casalegno, así como sus amistades y apariciones públicas, en busca de un argumentario para odiarle. De esta manera, el team Conrad rápidamente difundió un relato sobre que el actor defiende el movimiento MAGA, es pro-Trump y además no congenia con el resto del reparto.

Con este fenómeno se puso de manifiesto que ahora no solo se odia al personaje, sino que se persigue el objetivo de hundir a la persona que lo interpreta. En el caso de Briney, los defensores de Jeremiah crearon un relato con el que definían al actor como "el favorito de la industria". Según las afirmaciones de muchas fans en diferentes vídeos de TikTok o publicaciones en X, el intérprete de Conrad habría sido el elegido como 'nuevo Di Caprio' y por ello en la ficción se estaría fomentando esa 'preferencia' por su personaje, criticando incluso que le hicieran el mismo corte de pelo que al protagonista de Titanic.
Respeto ante la decisión final
A pocas horas de que medio planeta rompa a llorar con la decisión final de Belly -sea cual sea lo haremos con Taylor Swift de fondo- la tensión y la intriga es máxima en redes sociales. Es por ello que en su última aparición pública, los actores quisieron advertir de que, sea cual sea el desenlace "piden respeto" para los miembros del equipo.
Cabe recordar que, a pesar de que la serie está basada en la trilogía de libros de Jenny Han, la propia autora de la saga ha asegurado, frente a los que ya presumían de conocer lo que ocurriría, que el desenlace podría sufrir cambios en su salto a la pantalla.
Esta noticia dejó descolocados a los fans que ahora suman a su rivalidad un enemigo conjunto, Benito. Y es que ahora Belly, interpretada por Lola Tung, podría zanjar meses de enfrentamiento olvidando a los hermanos Fisher para vivir un nuevo amor con su nuevo novio parisino. Esperemos que Fernando Cattori (Benito en la ficción) sepa gestionar el linchamiento en redes sociales si esto sucede.
