Muere la duquesa de Kent a los 92 años: adiós a la 'royal' que rompió las normas de la realeza británica y cuya boda cambió el destino de la familia real española
La casa real británica ha comunicado el fallecimiento de la esposa del duque de Kent, prima hermana política de la reina Isabel II.

La casa real británica está de luto por la muerte de uno de sus miembros. Se trata de la duquesa de Kent, esposa del príncipe Eduardo, duque de Kent, y por tanto prima política de la reina Isabel II. Al haber servido a la corona hasta su retirada, fue parte de la casa real británica, y por tanto se ha anunciado oficialmente su fallecimiento.
"Con profundo dolor, el Palacio de Buckingham anuncia la muerte de Su Alteza Real la Duquesa de Kent. Su Alteza Real falleció pacíficamente anoche en el Kensington Palace, rodeada de su familia", señaló el comunicado emitido a mediodía del viernes 5 de septiembre de 2025.

"El Rey y la Reina y todos los miembros de la Familia Real se unen al Duque de Kent, sus hijos y nietos en el luto por su pérdida y recuerdan con cariño la devoción de la duquesa a todas las organizaciones con las que colaboró, su pasión por la música y su empatía por los jóvenes", finaliza la nota. Debido a su posición, se ha decretado una semana de luto oficial y toda la familia real británica asistirá a su funeral, que será privado.
La tragedia que marcó su vida
La duquesa de Kent, cuyo nombre era Katharine Lucy Mary Worsley, nació el 22 de febrero de 1933 en Yorkshire, Inglaterra. Fue hija de Sir William Worsley y Joyce Morgan Brunner, y creció en Hovingham Hall, la casa familiar en York. En la escuela aprendió a tocar el piano, el órgano y el violín, desarrollando un talento para la música que le acompañaría toda la vida.

Su existencia cambió cuando conoció al príncipe Eduardo, duque de Kent y primo hermano de la reina Isabel II, con el que se casó el 8 de junio de 1961 en la Catedral de York, siendo la primera boda real celebrada allí en más de 600 años. Esta boda fue la que unió definitivamente a los reyes Juan Carlos y Sofía, porque el protocolo les sentó juntos y fue desde entonces cuando comenzó una relación que les llevaría a casarse menos de un año después. Por tanto, el enlace de los duques de Kent cambió el destino de la familia real española. Quizás sin este encuentro, el destino de Juan Carlos de Borbón y de la entonces princesa Sofía de Grecia hubiera sido otro.
Fruto de este matrimonio tuvieron tres hijos. George, conde de St. Andrews, nació el 26 de junio de 1962. Lady Helen, la segunda, vino al mundo el 28 de abril de 1964, mientras que el menor, Lord Nicholas Windsor, nació el 25 de julio de 1970. Además, los duques de Kent tuvieron 10 nietos. Pese a la alegría de haber formado una familia, los Kent sufrieron dos desgracias. En 1975 perdió a un hijo después de haber contraído rubeola. Dos años más tarde, dio a luz a un bebé que nació muerto y al que llamaron Patrick.

Lejos de evitar el tema, la duquesa de Kent contó a The Daily Telegraph el sufrimiento experimentado por la pérdida: "Tuvo un efecto devastador en mí. No tenía ni idea de lo devastador que algo así podía ser para una mujer. Me ha hecho comprender profundamente a quienes sufren una muerte fetal", expresó Katharine, que sufrió una depresión tras perder a su hijo y llegó a ser hospitalizada.
Adiós a la realeza para enseñar música
Sirvió a la corona durante décadas debido a la decisión de la reina Isabel II de que sus primos Gloucester y Kent realizaran actos oficiales. Sin embargo, en 2002 se retiró de los actos oficiales por decisión propia y por ello dejó de utilizar su tratamiento de Alteza Real. El motivo no fue por cuestiones de salud, sino porque quería apartarse del foco mediático y hacer otras cosas. De hecho, pasó más de 10 años enseñando música en una escuela de Hull, en York, donde le llamaban Katharine o la Señora Kent. Además, dio clases de piano cerca de Kensington Palace.

"Siempre estuve, no diría orgullosa, pero me alegré de haberlo hecho. También recibí apoyo. La reina me dijo que lo hiciera, y lo hice", contó sobre su decisión de dejar la representación para convertirse en profesora. Asimismo, destacó que su vida como maestra había sido satisfactoria, un privilegio y "uno de los trabajos más emocionantes que se pueden hacer".
Fue una gran amante de la música, y además de aprender y enseñar fue presidenta del Royal Northern College of Music y directora de la National Foundation for Youth Music, cargo que abandonó en 2007. Por si fuera poco, creó la entidad benéfica Future Talent para ayudar a niños desfavorecidos con talento musical. Y aunque se podría pensar que le gustaría más la música clásica que otra cosa, también sintió pasión por artistas como Dido o Eminem.
Una católica en la familia real británica
La duquesa de Kent rompió las normas al retirarse antes de tiempo, pero más lo hizo cuando en 1994 se convirtió al catolicismo, siendo así la primera royal británica en hacerlo desde el Acta de Establecimiento de 1701. El duque de Kent se mantuvo en la Iglesia Anglicana, y de hecho, de haber abrazado la fe católica, hubiera perdido su lugar en la línea de sucesión al trono de Reino Unido. Katharine de Kent no dudó en manifestar públicamente a BBC que se hizo católica porque le "encantan las directrices, y la Iglesia Católica te las ofrece. Siempre he deseado eso en mi vida. Me gusta saber qué se espera de mí. Me gusta que me digan: '¡Irás a misa el domingo y si no, te lo voy a reprochar!"

El haber cambiado de fe y haber abandonado los actos oficiales, sumado a sus desgracias personales, hizo pensar que los Kent estaban separados. Sin embargo, permanecieron juntos hasta el final. De hecho, la última vez que se vio con vida a la duquesa de Kent fue en octubre de 2024 cuando se celebró el 89 cumpleaños del duque a las puertas de su casa de Kensington Palace. Entonces, ya estaba muy delicada de salud. De hecho, desde la boda de Harry y Meghan en 2018 no había acudido a actos familiares públicos. Finalmente, falleció el 5 de septiembre de 2025 a los 92 años.
