Un sueldo de 150.000 dólares anuales parece una oferta a la que difícilmente podría decirse que no. Sin embargo, el dueño de la cafetería C&Hai's en la localidad minera de Port Hedland en Australia lo ve una misión casi imposible.

La localidad enfrenta una escasez de trabajadores y, especialmente, de viviendas donde puedan quedarse. Por lo que por mucho que los sueldos sean más altos que en otras ciudades cercanas como Perth, difícilmente pueden vivir en la localidad. 

"Una persona normal que trabaja en un café o como peluquero no puede permitirse el alquiler", señala a News.com Chris Bleach, propietario de la cafetería con la suculenta oferta de empleo. "De todos modos es bastante difícil encontrar gente que quiera venir aquí, obviamente, debido al clima", señala sobre la localidad de 15.000 habitantes conocida como "la ciudad polvorienta" debido a su clima áspero y su actividad minera.

La oferta sería como gerente del local, ya que Bleach está tratando de hacer planes para retirarse junto a su esposa. Según señala, encontrar ese tipo de puesto es realmente difícil porque el mayor problema es el alojamiento. "Le vas a pagar a alguien cerca de 100.000 dólares solo como salario, y la única manera de conseguir un gerente es ofrecer alojamiento, lo que significa que de entrada te encuentras pagando 150.000 dólares al año. Eso significa que no estamos ganando mucho con la cafetería", añade.

A principios de los 2000, la localidad vivió un rápido auge incentivado por el gobierno que buscaba que creciera la inversión en la ciudad gracias al crecimiento de la industria minera. Los inversores inmobiliarios invirtieron millones en la ciudad y el precio medio de la vivienda alcanzó un máximo de alrededor de 1,2 millones de dólares en 2012.

No obstante, estos proyectos no llegaron a materializarse y el mercado inmobiliario de la ciudad se desplomó con la marcha de los trabajadores. Para 2017, el precio medio de la vivienda era de 361.825 dólares.

El problema fue a peor debido al polvo generado por la industria minera, que hizo que el gobierno derribara la zona del West End y considerase que no se podía vivir allí. Posteriormente, cualquier alojamiento pasó a manos de las compañías mineras, responsables de que la zona genere un 4% del PIB australiano.

"Conozco a dueños de cafeterías en Perth. Aquí pagamos probablemente 10 dólares más por hora por un puesto similar. La mayoría de nuestro personal gana entre 38 dólares y 45 dólares por hora. Básicamente, hay que hacer eso para retener a los trabajadores porque, de lo contrario, se van a trabajar a las empresas mineras", se queja el dueño del establecimiento.

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