Investigadores aportan datos de peso para saber si tu colesterol alto lo has heredado de tu madre o de tu padre
Y así reducir el riesgo de que el bebé desarrolle enfermedades cardiovasculares.

Es una de las investigaciones más ambiciosas sobre la herencia genética en los marcadores metábolicos y la han llevado a cabo científicos del Hospital y Centro de Investigación King Edward Memorial (KEM) de Pune, India. El equipo ha seguido a un total de 2.400 sujetos (unos 800 tríos de madre, padre e hijo) desde 1993 a los que se les han realizado exhaustivas mediciones y análisis genéticos para estudiar la relación entre rasgos como el IMC (índice de masa corporal), la función de la insulina y los niveles de glucosa y lípidos en sangre en padres e hijos cuando estos tenían 6, 12 y 24 años.
"Nuestro estudio corrobora la existencia de efectos parentales sobre los rasgos cardiometabólicos desde el nacimiento, la infancia y la pubertad, hasta la edad adulta. Nuestros resultados indican una influencia predominantemente materna en el metabolismo intrauterino, puberal y reproductivo de la descendencia. Si bien el análisis longitudinal indicó un sesgo materno para los macronutrientes (glucosa y lípidos) y un sesgo paterno para el metabolismo de glucosa e insulina, el análisis transversal reveló una transición entre la influencia parental a lo largo de las etapas fisiológicas", concluyen los autores de la investigación dirigidos por Rashmi Prasad, profesora asociada de genética y diabetes en la Universidad de Lund.
El estudio ha podido demostrar que los genes de la madre tienen un mayor impacto en el peso del bebé al nacer y en la capacidad del niño para regular los niveles de azúcar y lípidos en sangre.
Es decir, el colesterol, una de las causas principales de enfermedades cardiovasculares en el mundo, tuvo una asociación más fuerte con los genes de la madre desde el nacimiento hasta la edad adulta. "Se observó un sesgo materno consistente a los 8 y 21 años para el colesterol, y un efecto materno más intenso en ambos puntos temporales para los niveles de triglicéridos en toda la descendencia en conjunto. También se observó un efecto materno más intenso para el colesterol HDL a los 21 años en toda la descendencia en conjunto", recoge el estudio en sus resultados.
Con todo esto, la investigación invita a explorar tratamientos preventivos que puedan regular la glucosa y el colesterol en la madre embarazada "para reducir el riesgo de que el niño desarrolle enfermedades cardiovasculares en el futuro", afirma Rashmi Prasad.