Marisa Baqué, catadora, habla sin filtros contra un café muy consumido en España: "Debería estar prohibido"
"No es solo que lleve azúcar, sino que es azúcar quemado", ha advertido la experta.

Portugal es un país con una fuerte cultura cafetera gracias a las importaciones de sus antiguas colonias como Brasil y Angola. Esa característica ha derivado en un consumo elevado de café por parte de sus ciudadanos.
Ese hábito es el que ha provocado que el medio de comunicación portugués TVI se haya hecho eco de una entrevista a la catadora Marisa Baqué (dos veces campeona de España de catadores de café) en la que ha advertido acerca de un café muy consumido en España que es perjudicial para la salud.
En declaraciones a ABC, la experta ha expresado que "no entiendo cómo no se prohíbe el café torrefacto". En ese sentido, Baqué ha subrayado que "no es solo que lleve azúcar, sino que es azúcar quemado. El azúcar no aporta nada al café".
"Si pones un grano de café torrefacto en el agua fría lo puedes comprobar por ti misma: solo le da color. Porque el sabor es asqueroso. Lo que sucede es que se ha convertido en un hábito de consumo", ha explicado la catadora.
Respecto a por qué es tan alto el consumo de café torrefacto si es de mala calidad, la especialista ha señalado que "durante años se dijo que el café debía ser amargo y negro, se ha enseñado al consumidor, erróneamente, que el café debe dar color si lo mezclamos con la leche, y eso no tiene por qué ser así, depende de la variedad, del tueste, de todo".
"Dicen que el torrefacto se inventó cuando el café era un artículo de lujo, para darle más peso y compensar el coste de la materia prima. También se cree que se añadió azúcar para mejorar el sabor, y otros piensan que fue porque al rodear el grano con azúcar se conserva mejor", ha añadido Marisa Baqué.
"Quédate con lo que quieras, la realidad es que el cliente cree que es de mejor calidad, y no es cierto", ha asegurado la experta.
