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Ni milagro dietético ni ciencia: el vinagre de manzana no es un Ozempic de baratillo

Ni milagro dietético ni ciencia: el vinagre de manzana no es un Ozempic de baratillo

Retirado el estudio que se hizo viral en 2024 y que prometía que el consumo de este condimento ayudaba a perder peso. Consideran que sus resultados no son fiables.

El vinagre de manzana no es el milagro dietético que nos habían prometido
El vinagre de manzana no es el milagro dietético que nos habían prometidojayk7

Durante un tiempo, bastaba con echarle un chorro de vinagre de manzana a un vaso de agua para sentirse miembro de un club secreto de adelgazamiento exprés. La promesa, que llegó de la mano de un estudio científico que se publicó en marzo de 2024, aseguraba que este condimento líquido podía ayudar a perder peso casi sin esfuerzo. Vamos, igual que los que toman Ozempic, pero sin pagar una fortuna y solo con pasarse por el supermercado. La investigación corrió como la pólvora en redes sociales y titulares, pero ahora, un año después de su publicación, la revista que la dio a conocer ha pedido que se le deje de dar difusión y la ha retirado. ¿La razón? Sus resultados no son fiables.

El estudio apareció en la revista BMJ Nutrition, Prevention & Health y desde el principio despertó tanto entusiasmo como recelos. La popularidad fue inmediata, pero también lo fueron las críticas. Científicos de distintos países empezaron a señalar lagunas metodológicas, errores estadísticos y la ausencia de un registro completo del ensayo clínico, que es la base de transparencia en cualquier investigación.

El propio grupo editorial BMJ Group recogió esas críticas y abrió un proceso de revisión interno. Primero, el equipo de integridad de contenidos analizó el artículo. Después, se encargó a un grupo independiente de expertos estadísticos que intentaran replicar los resultados y comprobar la autenticidad de los datos. El veredicto no dejó lugar a dudas: no pudieron repetir los hallazgos y, de paso, detectaron “múltiples errores analíticos” además de irregularidades en los datos brutos.

La conclusión fue clara: el estudio no cumplía con los estándares exigidos y no podía seguir formando parte del registro científico. Los propios autores aceptaron la retirada y lo justificaron como “errores honestos”, un eufemismo que no evita la realidad: las cifras no se sostenían.

Helen Macdonald, editora de Ética de Publicación e Integridad de Contenidos de BMJ Group, explicó que “en este momento, los resultados del estudio son poco fiables”, por lo que no deben ser mencionados ni en medios de comunicación ni en nuevas investigaciones. Añadió que esta retractación “refleja nuestro enfoque estratégico y proactivo para investigar las preocupaciones planteadas sobre el contenido que publicamos. Actuamos cuando es necesario en interés de la transparencia y la importancia de corregir el registro científico”.

Así que lo que en su día fue presentado como el atajo barato al Ozempic se ha quedado en otra dieta milagro desmontada. El vinagre de manzana vuelve a su sitio: al aliño de la ensalada.