Una reputada neuróloga advierte de la enfermedad que se pasa por alto "al arreglarla con ibuprofeno"
La experta resalta que al taparla cuando presenta síntomas más leves, se le está dando tiempo para que progrese y se vuelva más grave.
Quienes padecen migrañas pueden dar fe de lo que ha resaltado la experta del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) Nuria Riesco con relación con los problemas en el diagnóstico de esta enfermedad crónica. Esta neuróloga ha advertido de las consecuencias de solucionar una migraña recentando simplemente un ibuprofeno, cuando es algo mucho más grave. Esta experta habla como tal, pero también en primera persona, es decir, contando como ejemplo su caso, ya que ella también padece esta enfermedad.
En su caso, según ha relatado a La Voz de Galicia, fue aumentando el dolor con los años, como pasa en muchas otras ocasiones. Y el problema es que, cuando es aún leve y se padece de vez en cuando se soluciona recetando un ibuprofeno, cuenta la neuróloga. En muchas ocasiones, la consecuencia de acudir a este remedio es que la enfermedad se pasa por alto y de detecta mucho más tarde.
"A veces, la gente se equivoca pensando que lo suyo no es migraña porque se soluciona con un ibuprofeno. Las crisis pueden tener diferentes intensidades. Con las que son leves y moderadas, puede funcionar un antiinflamatorio como éste", explica la experta. Y añade que, salvo en el caso de algunos pacientes, suele ser habitual que cuando la patología se inicia no se asocie con otros síntomas, sino que sólo se piense que se trata de un dolor de cabeza, ya que remite con esa medicación, y no de la enfermedad de la migraña.
"Retrasar el diagnóstico implica dar tiempo a la enfermedad de que progrese, sobre todo, porque no la estamos tratando", advierte esta especialista. Y es que la migraña es una enfermedad neurológica que se caracteriza por dolor de cabeza, a menudo en una zona concreta o lado de ésta y, según va avanzando, suele ir acompañada de síntomas como náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz, al sonido y dificultad para concentrarse.
Además, la forma y la edad en la que se empieza a manifestar esta enfermedad varía mucho en cada paciente y depende de factores muy diversos, desde genéticos a ambientales, como el estrés o algún problema neurológico y hormonal. Es decir, la diversidad de patologías que encierra en muy amplia.
Pero es tan grave que, cuando está ya asentada en el paciente, cada episodio suele suponer su completa inhabilitación para trabajar, hacer alguna actividad e incluso para salir de su casa, acompañada de un agudo dolor en una zona de la cabeza, que remite con la medicación adecuada para la migraña que le haya prescrito el facultativo y, en muchos casos, manteniéndose a en una habitación a oscuras.