Se recomienda verter este líquido por el desagüe para evitar el gran problema de cada otoño e invierno
Se trata de un truco sencillo, práctico y muy útil.
Con la llegada del mal tiempo, las lluvias intensas y el viento suelen poner a prueba una parte olvidada del hogar: los desagües exteriores. Durante los meses fríos, la acumulación de hojas, ramas, barro y residuos domésticos provoca atascos que pueden derivar en inundaciones o malos olores.
Pero según los expertos de la empresa británica Maintracts, la solución a este problema estacional no está en caros productos químicos, sino en algo que todos tenemos en casa: lavavajillas y agua caliente.
El truco consiste en verter por el desagüe una mezcla de agua hirviendo y una cantidad generosa de detergente lavavajillas. El calor derrite la grasa acumulada y el jabón ayuda a descomponerla, facilitando que los residuos se desprendan de las paredes de las tuberías. Para mejores resultados, los especialistas recomiendan repetir la operación varias veces y hacerlo con calma, dejando que el calor actúe.
La grasa y el aceite, conocidos en el sector como FOG (“fat, oil and grease”), son los principales responsables de los bloqueos. Cuando se vierten líquidos grasos calientes por el fregadero, se solidifican al enfriarse, formando una capa pegajosa que atrapa restos de comida, jabón y suciedad. Con el tiempo, ese tapón se convierte en una obstrucción difícil de eliminar.
Maintracts también aconseja adoptar pequeños hábitos preventivos: no verter grasa ni aceite por el fregadero, limpiar los utensilios antes de lavarlos, usar filtros para retener partículas sólidas e instalar trampas de grasa si se cocina con frecuencia. Mantener las tapas y canales de drenaje libres de hojas y basura también ayuda a evitar problemas mayores.
Así, con un simple gesto —verter lavavajillas y agua caliente por los desagües— se puede prevenir uno de los grandes quebraderos de cabeza del otoño y el invierno, manteniendo las tuberías limpias y el hogar a salvo de atascos.