A la aldea pitufa de Andalucía le sale un digno competidor en Asturias con su pitufo gruñón y Pitufina karateca
Los personajes dan una bienvivida original a los visitantes.
En 2011, Júzcar, un pequeño pueblo de la Serranía de Ronda, se convirtió en la célebre “aldea pitufa” tras teñir de azul sus fachadas para promocionar una película de ‘Los Pitufos’, un gesto que acabó transformando su identidad y su proyección turística. Más de una década después, aquel icono andaluz ya no está solo: en el norte de España, un concejo asturiano ha decidido plantar cara con sus propios personajes azules.
A poco más de diez minutos de Oviedo, el concejo de Siero ha puesto en marcha una operación de reclamo turístico que ya levanta expectación. Recientemente, se han instalado dos esculturas gigantes: un Pitufo Gruñón y una Pitufina con aire de karateca. Las obras han sido colocadas en puntos estratégicos del municipio con la intención de dar la bienvenida a visitantes y, de paso, sumar atractivo a una economía local donde el turismo todavía no es protagonista.
La primera de las figuras, el Pitufo Gruñón, fue instalada en febrero de 2024 en una rotonda de Lugones y desde entonces se ha convertido en una imagen recurrente en redes y en las rutas por el concejo. La segunda, una Pitufina de aspecto marcial y cerca de 4,5 metros de altura, se colocó el pasado mes de noviembre en el acceso a Pola de Siero desde la Autovía Minera, según informa Europa Press. Ambas reproducen el estilo clásico creado por Peyo y se han concebido como elementos fotogénicos y señalizadores del municipio.
Embajadores del medio ambiente
La llegada de los personajes no es fruto del azar, sino que el Ayuntamiento suscribió en 2023 un acuerdo con la familia de Peyo para traer reproducciones de los personajes al espacio público con el objetivo de concienciar a los vecinos sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. El equipo municipal defiende que los pitufos funcionan como embajadores para educar, especialmente a los más jóvenes, sobre el respeto al medio ambiente.
La colaboración se formalizó con la firma del acuerdo entre el alcalde de Siero, Ángel García, y Véronique Culliford, presidenta fundadora de Los Pitufos e hija de Peyo. Ahora, el alcalde dice que la Pitufina recién llegada “da un toque infantil, alegre y divertido a la entrada de La Pola”. Antes esta era una carretera en mal estado, pero ahora es una vía moderna con nuevas luminarias LED, zonas peatonales e incluso un carril bici.
“El objetivo es sumar y mejorar una zona que estaba en muy mal estado, convirtiéndola en un espacio agradable que saque una sonrisa a la gente", asegura. Muchos vecinos celebran la iniciativa y ya posan junto a las esculturas; otros, en cambio, critican el gasto público y piden que los recursos se dirijan a obras o a símbolos más tradicionales del concejo. Además, en las últimas semanas se han vivido varios episodios de protesta y actos vandálicos aislados en torno a estas esculturas.