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El pueblo de Estados Unidos que debe su nombre a una tienda, dos campanas y una broma

El pueblo de Estados Unidos que debe su nombre a una tienda, dos campanas y una broma

Un topónimo que nace de una anécdota entrañable.

Una campana en medio del campo con un atardecer de fondo
Una campana en medio del campo con un atardecer de fondoGetty Images

Por todo el mundo hay pueblos y municipios cuyos nombres parecen salidos de un cuento por lo raro que suenan y, sin embargo, encierran historias, costumbres y personajes reales. Esos topónimos curiosos no solo sacan una sonrisa a cualquiera que los escuche, sino que funcionan como cápsulas de memoria que revelan orígenes, anécdotas locales y el ingenio de sus habitantes. Este es el caso de un peculiar pueblo de Estados Unidos.

A diez millas al sur de Killeen, en el corazón de Texas, hay una comunidad cuyo nombre suena a gag de comedia pero tiene una historia muy concreta: Ding Dong nació de un letrero pintado para una tienda de campo en los años 30 y, desde entonces, ha sabido convertir esa anécdota en orgullo local. Ubicada en el condado de Bell, esta curiosa localidad presume de un cómico nombre con raíces reales y una historia entrañable.

La historia comienza con Zulis (o Zoilus) Bell y su sobrino Bert, que abrieron una tienda de campo junto al río Lampasas, entre Killeen y Florence. Para anunciar el negocio contrataron al artista C.C. Hoover, quien dibujó dos grandes campanas (una por cada miembro de la familia) y añadió debajo las palabras “Ding Dong”, según cuenta la directora de la biblioteca de Killeen, Deanna Frazee, en declaraciones recogidas por RPP Noticias.

Pequeño pero unido

El resultado fue tan llamativo que el nombre se pegó y pronto la gente empezó a referirse al lugar como Ding Dong. Con el tiempo la broma gráfica ganó elementos más tangibles: en 1962 llegaron por ferrocarril dos campanas reales que pasaron a formar parte del folclore del lugar y pasaron a manos del conocido alcalde extraoficial del pueblo, Charlie Hold. Esa mezcla de chiste visual y objetos reales alimentó la fama de Ding Dong en todo el país.

Pese a la notoriedad del nombre, Ding Dong nunca se ha caracterizado por ser un pueblo grande. El Censo del año 2000 registró tan solo 22 habitantes y, aunque muchos de ellos usan direcciones postales de Killeen, todos mantienen una identidad comunitaria fuerte. En la práctica es una comunidad no incorporada dentro del área metropolitana Killeen–Temple, aunque alberga orgullosa al Departamento de Bomberos Voluntarios del Suroeste de Bell County.

La curiosidad por el nombre le ha dado a Ding Dong una fama peculiar: ha aparecido en listados de topónimos graciosos y se ha incluido en ‘Ripley’s Believe It Or Not’, una franquicia estadounidense que colecciona y exhibe objetos y hechos extraños. Además, el comercio local ha sabido capitalizar la historia, ya que el Country Pride Market and Cafe, que opera en la zona, vende recuerdos con la marca “Ding Dong” y mantiene viva la anécdota para visitantes y viajeros. 

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Soy redactora en El HuffPost España, especializada en publicar artículos y reportajes de interés social: un periodismo cercano que explica y conecta.

 

Sobre qué temas escribo

Me centro en temas sociales y redacto artículos que ponen el foco en la vida cotidiana, los viajes, el consumo y las historias que conectan con la gente. A través de testimonios y observación trato de convertir experiencias personales en relatos que expliquen realidades más amplias y lleguen al lector. Por ejemplo, el reportaje con el que se dio a conocer la iniciativa de Javier Cascón: “Tiene 26 años, tres casas en Madrid que da a los sintecho y es de valorar la forma con la que ha conseguido el dinero”; un joven que ha convertido su vida en un ejemplo a seguir.

 

En general, escribo sobre vivencias personales y lugares que suelen pasar desapercibidos, por lo que siempre encontrarás sitios de interés con los que deleitarte en mis artículos.

 

Mi trayectoria

Nací en Madrid en 2001, estudié un doble grado de Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos y me estrené como becaria en el Diario AS, donde me recibieron con los brazos abiertos y aprendí muchísimo. Desde el verano de 2024 formo parte del equipo de El HuffPost España, donde sigo creciendo profesionalmente y disfruto contando a diario historias que le importan a la gente. Entre mis mayores intereses que me llevaron al mundo del periodismo destacan los temas culturales, sociales y deportivos, pero me encanta aprender sobre otras áreas. En lo personal, soy una gran apasionada de contar historias y trasladar la información a todas las pantallas y los hogares, pero también del cine y de la postproducción audiovisual.

 


 

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