El equilibrio y la sensatez
"A pocos días de la cumbre de La Haya, la carta posiciona a España como un referente de equilibrio y sensatez en la OTAN".

En un gesto de valentía y coherencia, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha enviado una carta al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, rechazando el compromiso de aumentar el gasto militar español al 5% del PIB, una propuesta impulsada por Rutte y respaldada por el presidente estadounidense, Donald Trump, de cara a la cumbre de la OTAN en La Haya los próximos 24 y 25 de junio de 2025. Esta postura, lejos de ser un desafío vacío, refleja la determinación de España de priorizar un modelo de seguridad sostenible que no comprometa el bienestar de sus ciudadanos ni las ambiciones de una Unión Europea más autónoma en defensa.
La carta es un ejemplo de liderazgo responsable. El presidente del Gobierno califica el objetivo del 5% de “irracional” y “contraproducente”, y con razón: triplicar el presupuesto militar actual –de unos 33.000 millones de euros a cerca de 80.000 millones– supondría un sacrificio desproporcionado para un país que alcanzará el 2% del PIB en defensa en 2025, situándose entre los aliados más comprometidos de la OTAN. España, además, participa activamente en todas las principales misiones de la Alianza, desde la vigilancia del flanco este hasta operaciones en el Mediterráneo, con un gasto en operaciones que supera casi diez veces la media de los socios. Este esfuerzo demuestra que el compromiso español con la seguridad colectiva es incuestionable, sin necesidad de metas desorbitadas.
El presidente propone alternativas sensatas: una fórmula flexible en la declaración de la cumbre que haga opcional el 5%, o una exención para España, como se ha concedido a otros países en el pasado. Esta postura no solo protege los intereses nacionales, sino que también defiende el estado del bienestar, un pilar fundamental de la democracia española. Un aumento tan drástico en el gasto militar podría disparar la deuda pública, generar presiones inflacionarias y desviar recursos de sectores esenciales como la sanidad, la educación o la lucha contra el cambio climático. En un contexto de incertidumbre económica global, la decisión de Pedro Sánchez es un acto de responsabilidad fiscal y social.
La carta también refuerza la posición de España como un actor clave en la construcción de una defensa europea más integrada. Al cuestionar la presión de Estados Unidos, Sánchez aboga por una OTAN que respete la diversidad de sus miembros y no imponga objetivos uniformes que ignoren las realidades nacionales. Este enfoque ha encontrado eco en países como Italia, Canadá o Luxemburgo, que también ven con escepticismo el 5%. Lejos de debilitar a la Alianza, la postura española fomenta un debate necesario sobre cómo garantizar la seguridad sin comprometer el progreso social.
En el ámbito interno, la carta fortalece la cohesión del Gobierno de coalición y las relaciones con los socios parlamentarios, que defienden la justicia social. Aunque algunos sectores, como Podemos, critican la falta de una oposición más radical, la mayoría reconoce que el presidente del Gobierno ha dado un paso audaz al enfrentarse a las presiones de Trump y Rutte. En un momento de tensiones globales, con conflictos en Ucrania y Oriente Próximo, la postura de España envía un mensaje claro: la seguridad no puede construirse a costa del bienestar de la ciudadanía.
A pocos días de la cumbre de La Haya, la carta posiciona a España como un referente de equilibrio y sensatez en la OTAN. Su apuesta por una seguridad inclusiva, que no sacrifique los avances sociales ni la autonomía europea, merece el respaldo de quienes creen en una defensa responsable. La cumbre será una oportunidad para que España lidere con ejemplo, demostrando que la fortaleza de una nación no se mide solo en presupuestos militares, sino en su capacidad de proteger a su pueblo en todos los frentes.
José Antonio Rodríguez Salas es portavoz de Defensa del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso y diputado por Granada.