Quién es y qué defiende Alice Weidel, la líder de la ultraderecha alemana
Preside el partido junto a Tino Chrupalla y aboga por el cierre de fronteras, las deportaciones masivas y la salida de la UE.

La agrupación Alternativa por Alemania (AfD) fue este domingo el partido más votado en las elecciones regionales de Turingia con alrededor del 32% de los votos, siendo por tanto el primer partido de ultraderecha en ganar unos comicios en Alemania desde el fin de la II Guerra Mundial.
Curiosamente, el triunfo de AfD se dio justo en la misma región en donde los nazis tuvieron por primera vez participación en un Gobierno regional, allá por 1930. Y aunque previsiblemente no gobernará, su fuerza le permitirá bloquear cambios constitucionales e, incluso, interferir en el nombramiento de jueces.
La ultraderecha alemana ha dado un paso de gigante en estas elecciones después de la ola xenófoba que comienza a recorrer el país, sobre todo tras el brutal ataque de un ciudadano sirio solicitante de asilo que apuñaló mortalmente a tres personas e hirió a ocho durante un festival en la ciudad de Solingen hace apenas dos semanas. Pero el triunfo de Alternativa por Alemania también se percibe como un descontento evidente en ciertos sectores de la población hacia el sistema democrático y como una opción para un cambio radical, aunque sin concretarse hacia qué sentido.

Alternativa para Alemania fue fundada en 2013 por dos expolíticos de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania, un profesor de Economía y un experiodista del Frankfurter Allgemeine Zeitung. Desde su nacimiento, AfD trató de desvincularse de la extrema derecha y acercarse más al denominado liberalismo clásico. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha ido posicionando más como un partido nacionalista alemán, conservador y euroescéptico que trabaja muy cómodo con grupos de extrema derecha.
En 2013, la AfD concurrió por primera vez a las elecciones federales sin ningún éxito. Pero cuatro años después, con un discurso más extremista en contra de la inmigración, ya sumaron 94 escaños en el Parlamento alemán.
El partido aboga abiertamente por salir de la zona euro y pide una consulta para abandonar la Unión Europea, siguiendo el camino marcado por el 'Brexit' en Reino Unido. También está en contra de numerosos acuerdos comerciales, leyes que combaten el cambio climático y el "abusivo" sistema de impuestos.
En el aspecto social, ensalzan el papel de la familia y la tradición alemana. "Queremos preservar permanentemente la dignidad humana, las familias con niños, nuestra cultura cristiana occidental, nuestra lengua y nuestras tradiciones en un Estado nacional pacífico, democrático y soberano del pueblo alemán", señalan.
Por ello, se posicionan en contra del aborto, del islam y de la "inmigración masiva", pidiendo el cierre total de las fronteras exteriores de la UE e instaurando una guardia fronteriza alemana. Además, quieren restablecer el servicio militar obligatorio para varones de entre 18 y 25 años y rebajar la edad de responsabilidad penal a los 12 años.

Actualmente, el partido lo presiden Tino Chrupalla - representante del ala dura que habría usado el término "Umvolkung" (transformación étnica), tomado del vocabulario nazi, para referirse a la inmigración - y Alice Weidel, una mujer abiertamente lesbiana de 45 años cuya pareja es una productora suiza originaria de Sri Lanka. Hace poco, se mudaron de ciudad porque en el colegio llamaban a uno de sus dos hijos "puto nazi".
Apodada como "la reina de las contradicciones", Weidel usa su condición sexual para explicitar los peligros a los que se expone una familia como la suya ante la "invasión descontrolada de asilados". "Burkas, chicas con hijab, acuchilladores subvencionados y otros inútiles no garantizarán nuestra prosperidad, el crecimiento económico y el Estado del bienestar", expresó en 2018 durante un discurso en el parlamento alemán.
Antes de adentrarse en la política, trabajó en el sector privado, ocupando puestos de alto nivel en empresas como Goldman Sachs y Allianz Global Investors. También vivió en China, donde perfeccionó su conocimiento del mandarín.
Hábil con las redes sociales, no duda en usar TikTok o Instagram para difundir sus mensajes políticos entre la gente más joven. Más recelosa es de su vida privada, donde sólo tiene un vídeo junto a su pareja bailando en un coche una canción de Kylie Minogue.
Donde Weidel es 'un hacha' es en la tarea de conseguir fondos para el partido. AfD obtiene anualmente unos ingresos de alrededor de 25 millones de euros. Un 26% corresponde a donaciones que, en muchos casos, resultan anónimas. La justicia alemana abrió en 2018 una investigación para determinar la procedencia de muchos de esos ingresos al considerar que procedían de Suiza. Algo prohibido puesto que las donaciones a los partidos alemanes provenientes de fuera de la UE están prohibidas. También se especula con que podría haber recibido dinero procedente de Rusia o incluso China.
