Abandonamos el frenesí de Reino Unido para comprar un paraíso español con cervezas a 1 euro
Un estilo de vida completamente distinto.

Una pareja británica de Rotherham ha abandonado sus trabajos de oficina para dejar atrás toda su vida en el Reino Unido y mudarse a España a emprender una nueva aventura. Katie, de 36 años, y Danny, de 37, aprovecharon sus ahorros de boda para adquirir una finca de 5 hectáreas en la comarca del Baix Ebre, en la Cataluña rural, donde las cervezas locales rondan el euro y el coste de la vida es hasta un 50% más bajo que en Gran Bretaña.
Esto ocurrió hace cinco años, cuando la pareja abandonó sus empleos en el área metropolitana de Londres, ella como directora de marketing y él como director de proyectos. Ambos, que se conocen desde los 17 años, estaban convencidos de que querían un estilo de vida completamente distinto, por lo que destinaron a la compra de la finca el dinero ahorrado para una gran boda, poco más de 15.000 libras.
Con esta cantidad adquirieron una gran parcela de olivar que incluía una construcción de piedra de dos habitaciones, apodada almacén, que no tenía agua ni electricidad. Eso sí, ahora cuentan con 200 olivos y 50 algarrobos, algunos de ellos con 300 años de antigüedad. Sin experiencia previa en agroindustria, ambos se instalaron provisionalmente en una tienda de campaña mientras despejaban terreno, reparaban muros y rehabilitaban la vivienda principal.
Un coste de vida muy bajo
La pareja decidió evitar las zonas más turísticas de la región mediterránea, decantándose por un pequeño pueblo a las afueras del Baix Ebre, de apenas 900 habitantes. El coste de la vida en la Cataluña rural es un 50% más barato que en Gran Bretaña, mientras que el alquiler es un 70% más barato y comprar una casa o una granja cuesta nada menos que un 90% menos que en Londres.
"Aquí gastamos menos de 950 libras al mes en hipoteca, servicios, combustible y comida", dice Katie. La familia paga 80 libras al año por el propano para su estufa, 100 libras al mes de electricidad y 30 de internet vía satélite, además de 200 libras al mes para que su hija de apenas dos años asista a la guardería local. Pero lo que más les sorprende es que una botella de vino cueste unas 3 libras y una pinta de cerveza local alrededor de 1,10 libras.
Aunque el catalán y el castellano no eran su primer idioma, los lugareños les han acogido con mucho cariño. Además de aceitunas y algarrobos, han plantado limoneros, naranjos y nogales. Este año, llevarán su primera cosecha al molino para producir aceite de oliva virgen extra. En definitiva, Katie y Danny confirman que su arriesgada apuesta por el campo catalán ha sido todo un acierto del que no se arrepienten.