Expulsan a la mujer del avión tras preguntarle cuántas veces había ido al baño: "No se si alguien reembolsará el vuelo"
Ha ocurrido en Finlandia, concretamente en el aeropuerto de Heraclión.

Lo que prometía ser un tranquilo regreso a casa tras unas vacaciones en Creta terminó en una experiencia surrealista para una ciudadana finlandesa, que asegura haber sido expulsada de un vuelo de Finnair por usar el baño del avión antes del despegue.
Según informan medios fineses, el incidente tuvo lugar el pasado domingo 6 de julio en el aeropuerto de Heraclión, desde donde debía regresar a Helsinki. Según su testimonio, mientras esperaba en la fila para ir al baño, una azafata se acercó y le preguntó por qué necesitaba usarlo. La mujer respondió que sentía un leve malestar estomacal.
Lo que siguió fue, según ella, una batería de preguntas por parte del personal de cabina: desde si había vomitado hasta si estaba embarazada. "Siempre me siento algo indispuesta cuando viajo al extranjero, sobre todo con este calor", explicó.
La mujer afirma que la conversación se produjo a la vista del resto de pasajeros y que resulto incómoda y desconcertante. Poco después, le informaron de que no podría permanecer en el avión. Según cuenta, el personal se puso en contacto con un médico por teléfono, pero no le permitieron hablar directamente con él.
Incluso el piloto llegó a preguntarle si necesitaba atención médica en tierra. "No entendía nada. Les repetí varias veces que no estaba enferma", asegura. Aunque inicialmente se resistió a abandonar el avión y exigió la presencia de la policía, finalmente decidió cooperar para evitar mayores problemas.
"Cogí mis cosas y esperé en las escaleras hasta que vino un autobús a recogerme", explica. Ya fuera del avión, intentó buscar asistencia en el aeropuerto, aunque la solución que le ofrecieron desde Finnair fue bastante estéril.
Y es que, según explicó, trabajadores de atención al cliente de la aerolínea le recomendaron a acudir al mostrador de la compañía, sin embargo, la mujer asegura que no existía ningún punto de atención al cliente en ese aeropuerto. Debido a esto, se vio obligada a comprar un nuevo billete y más caro, para coger un vuelo nocturno.
Así, y aunque volvió a Finlandia, lo tuvo que hacer con casi 24 horas de retraso. Por todo esto, la damnificada presentó un reclamación tanto a Finnari como a su aseguradora, aunque no tiene muchas esperanzas de recuperar el dinero invertido en el nuevo billete. "No sé si alguien me reembolsará algún día", lamenta.
Por otro lado, Finnair ha confirmado que a un pasajero se le denegó el embarque en un vuelo desde Heraclión a Helsinki a principios de julio, aunque evita comentar detalles concretos por motivos de privacidad.
La aerolínea señala que su prioridad es la seguridad a bordo y que el personal tiene la responsabilidad de evaluar si un pasajero está en condiciones de volar. "Nunca se niega el embarque sin un motivo justificado", subraya la compañía.
Asimismo, agregan que si existe alguna sospecha de que volar podría afectar negativamente a la salud de un pasajero, la tripulación está obligada a intervenir. Finalmente, y respecto a la utilización del baño, la compañía afirma que está permitido su uso hasta que se encienda la señal del cinturón de seguridad.
