Un genio de 17 años crea un dron revolucionario en su garaje y acto seguido llaman los militares a la puerta con un fajo de billetes
Su invento le ha hecho ganar cerca de 23.000 dólares solo en premios.

Con solo 17 años, Cooper Taylor ha diseñado un dron VTOL (despegue y aterrizaje vertical) capaz de competir con modelos profesionales, pero a una quinta parte del precio. Todo empezó por frustración: el dron de su hermana solo volaba 30 minutos. Así nació una obsesión que le llevaría a transformar su sótano en un laboratorio, donde diseñó, imprimió, soldó y codificó su propio modelo.
Se trata de un sistema de motores basculantes y piezas modulares, fabricado completamente mediante impresión 3D. Se pueden sustituir partes como alas o cámaras fácilmente, adaptándolo a distintos usos: rescate, agricultura, vigilancia ambiental o reparto de medicamentos.
A pesar de los tropiezos iniciales (tres prototipos estrellados y varios cientos de dólares perdidos), el cuarto modelo voló y aterrizó sin problemas. Su éxito tuvo su recompensa, pues el Departamento de Defensa de EEUU le otorgó 23.000 dólares en premios.