Con veranos que superan los 40 grados, los extranjeros les sroprende que muchos hogares españoles no cuenten con aire acondicionado. Sin embargo, se han transmitido varios trucos de generación en generación han sido recogidos por el medio rumano Puterea para mantener la casa fresca sin necesidad de estos aparatos.

Según la guía, la clave está en aprovechar la frescura de la mañana. "A las 7 de la mañana, los españoles abren de par en par las ventanas y puertas para crear una corriente natural que refresca toda la casa", explica el medio. Además, se recurre al uso de ventiladores y la limpieza de suelos con soluciones perfumadas, lo que no solo refresca, sino que contribuye a disipar el calor interno.

A medida que el día avanza, las estrategias cambian. "Las ventanas se cierran, las persianas se bajan y la luz del día no tiene cabida dentro", dicen en la guía. Esta oscuridad es crucial para mantener las temperaturas controladas. Además, se recomienda rociar el exterior de la casa con una manguera para enfriar las paredes y evitar el exceso de calor.

El uso de sombra natural también es esencial. "Los árboles en el jardín y las macetas cerca de las ventanas ayudan a disipar el calor", comentan los expertos citados. Pintar las casas de blanco, como sugieren las abuelas, es otro truco popular, ya que el blanco repele los rayos solares.

Finalmente, la siesta sigue siendo el remedio estrella. "Cuanta menos energía consumas, más fresco estarás", aconsejan, recordando que la relajación durante las horas calurosas es fundamental para mantenerse cómodo.