Una piedra en los terrenos de una humilde escuela en Queensland (Australia) escondía una auténtica joya. Nada menos que decenas de huellas de dinosaurios.

El hallazgo tiene su origen en extraída de la mina Callide, cerca de Biloela. "Fósiles tan importantes como este pueden pasar desapercibidos durante años, incluso a simple vista", afirmó el paleontólogo Anthony Romilio de la Universidad de Queensland, responsable de este descubrimiento.

Romilio ha podido identificar nada menos que 66 huellas pertenecientes a 47 dinosaurios diferentes. Los restos se corresponden con el comienzo del período Jurásico, hace unos 200 millones de años.

"Cada huella tiene tres dedos, lo que indica que pertenecen a la icnoespecie Anomoepus scambus", añade el paleontólogo.

Se trata de dinosaurios relativamente pequeños, "con patas de 15 a 50 cm de largo", describe Anthony Romilio, especificando que "los dinosaurios con tales pies eran herbívoros con patas largas, un cuerpo robusto, brazos cortos y una cabeza pequeña con pico".

Se trata de un descubrimiento clave porque supone una de las mayores concentraciones de huellas de dinosaurios por metro cuadrado jamás vistas en Australia. 

Sin salir de la emoción por el hallazgo, el responsable admite que "es increíble pensar que una pieza tan rica de historia haya podido permanecer en el patio de una escuela durante todo este tiempo".

¡Mantente al día con El Huffpost! Sigue todas las noticias desde tu móvil en nuestra APP. Puedes descargarla tanto para Android como iOS.