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La estudiante de intercambio llega a la puerta del apartamento con sus maletas y la estafa arranca sin que dé un paso más

La estudiante de intercambio llega a la puerta del apartamento con sus maletas y la estafa arranca sin que dé un paso más

Faye Nguyen, de 21 años, viajó a Copenhague convencida de empezar su Erasmus y se topó con un fraude inmobiliario de 2.300 euros en plena oleada de estafas.

anuncios de pisos en inmobiliaria, estafas de alquiler a estudiantes Erasmus en Europa
Anuncios de viviendas en el escaparate de una inmobiliaria. El fraude con falsos alquileres a estudiantes Erasmus es cada vez más frecuente en Europa.Manuel Milan

Cambiar de país a los 20 años para estudiar una parte de una carrera universitaria es algo más que trasladarse de lugar para aprender. Supone enfrentarse a las costumbres de una nueva ciudad, hacer amigos desde cero, aprender a sobrevivir lejos de la familia y, sobre todo, sentirse independiente. Esa es, en un principio ,una de las la razones que cada año empuja a miles de estudiantes a lanzarse a hacer un Erasmus. Como. posiblemente, se le pasó por la cabeza a Faye Nguyen, una joven holandesa que este curso decidió hacer las maletas para vivir esa experiencia en Dinamarca. Sin embargo, lo que aprendió fue otra lección: cómo funciona una estafa en uno de los destinos más caros de Europa.

La joven aterrizó en Copenhague en agosto. Allí, cargando con dos maletas, se subió a un taxi y se plantó en la puerta de lo que debía ser su apartamento para el curso, en Amager, un barrio residencial de la capital danesa y donde tendría que estar esperándola su casero para entregarle las llaves. Sin embargo, tras un buen rato de espera, nadie apareció. Cada intento de llamada telefónica acababa siempre con un mensaje automático: el número al que estaba llamando no existía. “Se me hizo un nudo en el estómago", señalaba la joven al canal Echo TV hace unos días, después de comprender que había inaugurado su estancia como Erasmus siendo la víctima de un fraude. 

Un engaño bien preparado

El plan para engañar a Faye no se improvisó en un día. Al contrario, estaba perfectamente organizado. Así, antes de irse de Holanda, hizo una búsqueda en Facebook para encontrar un alojamiento en el que quedarse todo el curso. Lo encontró: una habitación en un piso que compartiría con otras dos estudiantes extranjeras. De hecho, llegó a intercambiar una serie de mensajes con una de ellas, que incluso le envió un vídeo del mismo apartamento, y que acabó por convencerla para vivir con ellas. “Parecía simpática y me sentí cómoda”, relató a la televisión holandesa.

Así que, después de semanas de un contacto fluido con el supuesto arrendador del piso, que respondía con todo detalle a sus preguntas sobre su estancia en el apartamento, la joven tomó la decisión de hacerle una transferencia de 2.300 euros para pagar un mes de alquiler y una fianza de dos meses. Todo parecía ir como la seda hasta que, a pocos días de viajar a Dinamarca, la comunicación se cortó de raíz.

El caso de Nguyen refleja un patrón que se repite año tras año en Dinamarca, cuando los nuevos Erasmus se preparan para aterrizar en el país para estudiar, conscientes de que en Copenhague se van a enfrentar a un mercado inmobiliario saturado y feroz, donde lo que se paga por el alquiler de una habitación puede llegar a superar, fácilmente, los mil euros al mes. Con ese panorama, los anuncios fraudulentos surgen como setas, con soluciones rápidas para unos estudiantes que, necesitados de un techo, acaban siendo presa fácil.

La Unidad Nacional de Delitos Especiales de Dinamarca ha confirmado a Echo TV que los fraudes en vivienda repuntan especialmente en verano y en otoño, justo cuando miles de jóvenes aterrizan en Copenhague para empezar sus estudios. La urgencia del calendario y la escasa oferta de pisos hace que muchos de ellos acepten condiciones que rechazarían en otras circunstancias. "Ahora mismo es temporada alta para este tipo de estafas", avisa el organismo, que ha detectado un aumento de las denuncias sobre anuncios de dudosa legalidad que se han publicado en las redes sociales y en otros portales de internet.