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La guerra de las hamacas se desata en Canarias y los turistas empiezan a poner el despertador a horas intempestivas

La guerra de las hamacas se desata en Canarias y los turistas empiezan a poner el despertador a horas intempestivas

Una táctica ingeniosa para conseguir la mejor tumbona.

Una imagen de archivo de sombrillas y tumbonas en la playa.David Andres vía Getty Images

Con el verano llamando a la puerta y las temperaturas en constante aumento, en Canarias ha estallado de nuevo la clásica “guerra de las hamacas”, una problemática que saca a relucir el ingenio de muchos vacacionistas. Este año la batalla va un paso más allá: los turistas llegan a programar el despertador a horas extremadamente tempranas con tal de asegurar el mejor sitio junto a la piscina.

Esta vez el fenómeno se ha hecho viral tras un vídeo en TikTok de la esquiadora profesional y creadora de contenido Isabelle Hanssen, quien grabó en el Barceló Lanzarote Active Resort a un grupo de huéspedes colocando toallas y objetos personales a horas muy tempranas. Esta iniciativa tiene como fin de “reservar” varias tumbonas antes incluso de que el personal disponga el mobiliario junto a la piscina.

Tras dejar sus marcas, los madrugadores regresan a dormir unas horas más o aprovechan para dar un paseo por los alrededores para hacer tiempo. Cuando las hamacas ya han sido colocadas por el equipo del hotel, estos “cazadores” regresan al sitio que previamente marcaron como suyo y se disponen a disfrutar así del sol y la cercanía al mar o la piscina. Aunque de momento es efectiva, esta táctica no tiene mucha validez.

La nueva normalidad

Simultáneamente, en Tenerife las redes sociales se han inundado de escenas similares: turistas que plantan toalla desde muy de madrugada, incluso durmiendo en el suelo o leyendo un libro mientras aguardan a que las tumbonas sean colocadas. Esta táctica casera de “marcar territorio” ha alcanzado tales cotas que ya se habla de un auténtico deporte veraniego que desata tanto risas como críticas por considerarla una falta de civismo.

Frente a esta situación, varios hoteles se han visto obligados a reforzar sus normas: desde asignar tumbonas al hacer el check‑in, hasta retirar las toallas que queden inactivas pasado cierto horario o limitar el número de tumbonas que cada huésped puede reservar. El objetivo es fomentar la convivencia y garantizar un reparto más equitativo de las instalaciones, evitando las tan populares “batallas de hamacas” que se dan en esta época del año.

Por ahora, y con el verano a punto de arrancar oficialmente, esta guerra no parece tener fin, sino que promete dar mucho que hablar en la mayoría de los hoteles de la costa. Hoteleros y turistas miran con expectación si estas nuevas medidas lograrán sofocar la batalla matutina, o si, por el contrario, habrá que esperar al próximo verano para que surja la siguiente táctica ingeniosa en la contienda por el mejor sitio.