La leyenda de San Jorge traspasa fronteras. El santo ha prodigado su nombre y su popularidad en la práctica totalidad del planeta gracias a su historia conmovedora. La de la rosa y el dragón. Aunque se trata de un relato del que no existe certeza histórica, se ha convertido en una tradición secular en muchos lugares del mundo. 

Según publica el medio Historia de National Geographic, Jorge fue un soldado al servicio del emperador romano Diocleciano que murió mártir por no querer renunciar su fe cristiana. Años después de su muerte fue canonizado y su atractiva historia lo convirtió en "un paladín del imaginario medieval europeo, protector de caballeros y soldados".

Su leyenda, en la que mata a un dragón y salva a la princesa, ha contribuido a que se convirtiese en patrón en múltiples lugares. De hecho, en España, es patrón de Cáceres, Santurce (Vizcaya), Santurdejo (La Rioja), Alcoy y Banyeres de Mariola (Alicante), o Golosalvo y Madrigueras (Albacete). Pero también, de comunidades autónomas como Aragón y Cataluña, "que tiene gran relevancia por ser a la vez el día de los enamorados". 

Los catalanes, "para conmemorar la victoria sobre el dragón", así como la muerte de dos grandes de la literatura, Shakespeare y Cervantes (23 de abril), las parejas, los amigos y la familia se reúnen para intercambiar rosas y libros. 

"Una celebración con la que los tarraconenses rescatan el esplendor de su historia en la Edad Media a través de la Semana Medieval", reza la publicación.  Y en Barcelona, "tiene lugar bajo la atenta mirada del mismísimo dragón de la Casa Batlló". En él, su arquitecto, Antoni Gaudí, dejo la impronta de ese animal y de su leyenda ―las escamas del dragón recubren su azotea―.

En lugares tan distantes como Nueva York, Berlín, Londres, Tokio, Singapur, Pekín, Ciudad de México o Montevideo, se suceden los eventos (más de 150 contabilizados en la pasada edición) que pretenden difundir y compartir la pasión por los libros, la lectura y la buena literatura. Y por supuesto, la rosa.

En este sentido, Aragón celebra su día el 25 de abril, ya que San Jorge fue nombrado patrón de la Corona de Aragón en el siglo XIII. Según publica el medio Enjoy Zaragoza, el propio santo "apareció en Huesca durante la Batalla de Alcoraz, en la que ganaron los cristianos, y a modo de agradecimiento se convirtió en icono de Aragón".