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Se adentra en la villa misteriosa, se topa con un tesoro sobre ruedas y quiere dar con el enigmático dueño de la casa

Se adentra en la villa misteriosa, se topa con un tesoro sobre ruedas y quiere dar con el enigmático dueño de la casa

Una misteriosa mansión abandonada en Estados Unidos escondía una colección de vehículos clásicos y modernos en estado de abandono. Entre ellos destaca un raro Alfa Romeo 75 Milano, considerado por muchos el último verdadero Alfa.

Luces en la calleGetty Images

Una nueva exploración del youtuber Exploring With Josh, especializado en lugares abandonados, ha dejado boquiabiertos a miles de aficionados al motor. En uno de sus últimos vídeos, el explorador urbano se adentra en una vivienda deshabitada en una zona rural de Estados Unidos, donde descubre una inesperada colección de automóviles que mezcla reliquias europeas con modelos recientes.

Uno de los hallazgos más llamativos es un Alfa Romeo 75 "Milano", la versión estadounidense del emblemático modelo italiano lanzado en los años 80. Para muchos amantes del motor, se trata del último Alfa Romeo “puro”, antes de los cambios estructurales y de filosofía de la marca. A su lado, también se encontró un Alfa Romeo 164, otra rara avis en el mercado norteamericano.

El vídeo muestra cómo los vehículos están distribuidos tanto en el exterior como en el garaje de la propiedad. Además de los Alfa Romeo, el youtuber documenta la presencia de un Lotus Esprit, un Honda CB750 en sorprendente estado, un Nissan Stanza casi desaparecido del mapa, y modelos más comunes como un Volvo V50 o un Buick Regal TourX.

Pero lo más curioso es la inclusión de coches mucho más recientes. Se ve claramente un Porsche Boxster 981 cubierto por una lona, e incluso un Mazda MX-5 Miata ND aparentemente nuevo. 

Josh estima que la casa lleva deshabitada unos ocho años, lo que encajaría con las fechas de lanzamiento de los modelos más nuevos. Según cuenta en el vídeo, el anterior propietario habría sido una persona económicamente independiente, posiblemente un coleccionista privado o simplemente un apasionado del motor.

Se desconoce qué ocurrirá con la propiedad, pero si el futuro comprador tiene acceso a los vehículos, podría hacerse con una colección de auténticas joyas automovilísticas, algunas con gran valor histórico o de mercado.

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