Un exdirectivo con un salario de 170.000 euros al año se jubila y acaba de lavaplatos
Le ha ocurrido a un hombre de 61 años.

Un exdirectivo japonés, cuyo seudónimo es Kenichi Sato, tenía un trabajo con un salario de 170.000 euros al año, se jubiló y su vida terminó cambiando completo hasta trabajar de lavaplatos.
El protagonista ocupó puestos ejecutivos en una empresa de electrodomésticos de Japón y al cumplir los 60 años iba a recibir una pensión de 32 millones de yenes (unos 192.211 euros).
Después de su éxito laboral, pensaba que su vida no cambiaría mucho tras su jubilación y que disfrutaría de ella con calma. Pero la situación se complicó por completo y se vio obligado a volver a trabajar.
En la actualidad, según recoge el medio Sanook, el protagonista trabaja como lavaplatos en un izakaya y gana unos 8,29 euros la hora. De hecho, él describe esta nueva experiencia como una "humillación post-jubilación indescriptible".
Según el sitio web de Gentosha, el hombre se dio cuenta que encontrar trabajo fue más difícil de lo esperado. "Sentado en casa todo el día, ni siquiera puedes ser considerado un adorno del hogar", le dijo su esposa.
Ahora lleva ocho meses trabajando en la tienda y se ha terminado adaptando, con un sueldo que ha crecido hasta los 9,29 euros. "Salir a trabajar, hablar con la gente y sentir que sigo siendo útil es más importante que simplemente ser inútil", ha razonado.
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