Un festival de música añade "cargo por retraso", las colas se acumulan y muchos se quedan sin disfrutar de la música
Ha ocurrido en Odense (Dinamarca).

El festival Generator, celebrado en Odense, inauguró su nueva edición con una medida inédita: un “cargo por retraso” destinado a quienes llegaran al recinto después de las ocho de la tarde. La iniciativa, sin embargo, provocó el efecto contrario al esperado: largas colas en los accesos y decenas de asistentes perdiéndose parte de la música en la primera jornada.
Entre los afectados estaban Laura Olesen y Anna Broe, amigas que relataron haber esperado más de una hora para entrar. “Al final nos perdimos los conciertos”, lamentaron, mientras la fila avanzaba con lentitud. Su caso no fue aislado: la aglomeración se convirtió en la imagen de apertura del festival.
Desde la organización admiten que la situación fue atípica. Anja Følleslev, secretaria del evento, explicó que es habitual ver colas en Generator, pero generalmente a horas más avanzadas de la noche. “Pensamos que el público se distribuiría poco a poco, no que todos llegarían de golpe antes del límite horario”, señaló.
La medida del recargo, no obstante, terminó aplicándose más tarde de lo previsto. Aunque estaba anunciado desde las 20:00, finalmente se comenzó a cobrar cerca de las 22:00, y no a quienes quedaron atrapados en la espera. “Preferimos centrarnos en dejar entrar a la gente antes que en detenernos a calcular recargos”, justificó Følleslev.
La organización recuerda que existen fórmulas para evitar las colas, como retirar la pulsera con antelación, al estilo de otros festivales daneses. El viernes, por ejemplo, la taquilla estuvo abierta desde las once de la mañana para facilitar ese trámite. Sin embargo, fueron pocos los que aprovecharon esa opción.
De cara al próximo año, Generator mantendrá el sistema, aunque con ajustes. Følleslev confía en que, una vez familiarizados con el procedimiento, los asistentes recojan antes sus pulseras y las colas se reduzcan. “Es algo que mejora con la práctica”, subrayó, dejando claro que la medida no tiene marcha atrás.
