Muchos participantes del programa alemán 'Bares für Rares' llegan sin saber que ocultan verdaderos tesoros. Ese fue el caso de Dirk Freiherr von Kleist-Buchholz, un empresario de 54 años de Hamburgo, que llevó al plató un antiguo broche guardado durante años en un cajón. "Es demasiado preciado para eso", comentó el hombre, decidido a encontrar a alguien que lo valorara como merecía.

La experta Wendela Horz identificó rápidamente la joya como una pieza única: un broche en forma de ramita, adornado con hojas y flores, anterior a 1850. "Debe provenir de círculos aristocráticos", afirmó, y lo clasificó como "joyería cortesana", informa Stern. La procedencia fue confirmada por el propio vendedor: pertenece a la familia aristocrática de su esposa.

El broche causó asombro por sus detalles. "Está realmente cubierto de diamantes holandeses de talla rosa", destacó Horz, quien contó unas 100 piedras con un peso total de unos 10 quilates. Su estado, pese a los años, era "bueno".

El hombre pedía 500 euros por la joya, sin imaginar su verdadero valor. El peritaje reveló una cifra diez veces mayor: 5.000 euros. "Me alegra mucho que haya encontrado una buena persona", comentó el presentador Horst Lichter.

La subasta fue vibrante. Jan Čížek abrió con 1.000 euros, seguido por Anaisio Guedes con 2.000. Susanne Steiger, firme desde el inicio, alcanzó la puja final con 4.000 euros. Cumplió su promesa y pagó en efectivo. Dirk Freiherr von Kleist-Buchholz regresó a Hamburgo feliz con su inesperada fortuna.