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Un niño de 11 años lanza un insulto que no entiende en un partido y se activa la alarma por el lenguaje duro de los jóvenes

Un niño de 11 años lanza un insulto que no entiende en un partido y se activa la alarma por el lenguaje duro de los jóvenes

Los episodios racistas no solo sacuden al mundo de fútbol, sino que también se extiende a otras disciplinas deportivas. Además, lo preocupante, es que ocurre entre los más jóvenes. 

Hockey sobre hieloGetty Images

Nuevo episodio de racismo en el mundo deportivo, aunque esta vez ha sucedido en una categoría juvenil en Finlandia, donde ya suman 24 penalizaciones de este tipo durante la primera mitad de la temporada. Ha ocurrido en el grupo de edad sub -11, donde un jugador ha insultado a su oponente negro llamándolo "maldito n***" durante un apretón de manos al terminar el partido. Tal y como ha recogido el informe disciplinario, que ha otorgado una sanción de dos partidos al jugador, este afirmó más tarde que no conocía el verdadero significado del insulto. 

En total, desde agosto hasta enero, los gritos racistas se han escuchado al menos una vez a la semana, lo que significa que del total de decisiones que ha realizado el Comité Disciplinario de la Asociación Finlandesa de Hockey (80), al menos una de cada cuatro eran por cuestiones de actos de racismo. 

Además, según ha explicado el presidente del Comité Disciplinario, Eemeli Saros, 40 casos que han sido notificados no contaban con evidencias suficientes para imponer una sanción. Algunos ejemplos de los extractos de los informes de los jueces presentados al Comité Disciplinario durante este periodo de tiempo han sido: 

  • Partido de práctica U15 AAA (4): Después del partido, el jugador B del equipo A le pide a otro árbitro que venga a hablar. Dice que el jugador A del equipo B se negó a darle la mano y lo llamó oscuro. 
  • U18 2ª División (5): El jugador A había dicho a los jugadores del otro equipo: "¡Habla finlandés, maldito 'hurrit satan'!".

En los casos en los que el jugador pide perdón normalmente se reduce el periodo de sanción y según explica Saros, este comportamiento suele ser más frecuente entre los jugadores más jóvenes, lo que facilita además tomar la decisión. "Si hay una palabra en contra de la palabra y no ha habido personas ajenas a la comisión que observen la situación, es extremadamente difícil para nosotros en el comité investigar el caso. Los jugadores a menudo se dan cuenta de que han cometido un error en la emoción", ha afirmado Saros. 

Respecto a si la duración de las sanciones es adecuada, Saros considera que sí, pues los clubes también están satisfechos. "Al final de la temporada pasada, pregunté a los clubes si las sanciones eran demasiado indulgentes o demasiado duras. No hubo comentarios y no ha habido quejas. Así que hemos continuado por el camino probado y comprobado", ha destacado finalemente Saros.