Merino, la banda de pop que conjuga nostalgia y esperanza: "Hemos intentado hacer algo bonito de lo doloroso"
Entrevista con el grupo madrileño, que ha lanzado su tercer disco, 'El Bosque', antes de su actuación en la presentación del festival Conexión Valladolid.

Sandra Merino y Álex Gallego comenzaron en 2019 a tocar en la calle, actuar juntos en todo tipo de eventos y a invertir en ese sueño que tenían de hacerse un hueco en el mundo de la música con Merino, la banda que habían formado. Paso a paso, quemando todas las etapas y confiando en ellos mismos, pueden decir alto y claro que lo han conseguido.
Este verano, la banda madrileña, a la que en el Mad Cool bautizaron como un grupo de "pop de alto voltaje emocional", va a recorrerse los escenarios de los festivales de toda España. Lo van a hacer para presentar su tercer disco, El Bosque, un viaje a través de la vida de Sandra desde su niñez, como árbol solitario, hasta su momento actual para encontrarse en un bosque.
El HuffPost ha tenido la oportunidad de colarse en el camerino de Merino y ha podido charlar con Sandra, compositora, guitarrista y cantante, y con Álex, batería y diseñador del show, antes de su actuación en la presentación del festival Conexión Valladolid en la madrileña sala El Sol.
Será este próximo 28 de junio cuando Merino lleve su "pop nostálgico, vitalista, intenso y esperanzador", como ellos se autodefinen, a la ciudad vallisoletana. "Nos hace mucha ilusión estar en la presentación, poder tocar y tenemos muchas ganas de que llegue ya ese concierto", apuntan ambos integrantes.
No pueden decir que no avisaron de sus intenciones de triunfar sobre los escenarios, ya que El Bosque, la canción que cierra el disco, dice "llévame a los festivales de todas las ciudades, concédeme este baile". Y Merino nos lo concedió.
¿Qué buscáis con este nuevo disco, El Bosque?
Sandra: Lo que pretendemos mostrar es el camino que hemos recorrido hasta llegar al punto en el que estamos. Nos mostramos más vulnerables que nunca y nos abrimos de par en par para enseñar el proceso que es crecer, superarse, evolucionar, tropezar y también lo que significa una pérdida. Es un poco el recorrido.
Álex: También, sobre todo, hemos querido intentar hacer algo bonito de lo doloroso porque, aunque algo duela, también se puede sacar esa parte bella.
¿En qué ha evolucionado Merino en estos cinco años de vida?
Á: Ha evolucionado en tantas cosas. Yo creo que a nivel compositivo, Sandra, en mi manera subjetiva de verlo, se ha pasado al juego y hay mucha más profundidad, honestidad y una manera de llegar que, para mí, es muy diferente. A nivel musical y de producción creo que también hemos crecido mucho gracias a Santos & Fluren, que junto a ellos hemos podido hacer cosas que han salido de nuestra zona de confort y que también nos han llevado a sonidos diferentes. Luego, a nivel de empresa, de personal, etc todo ha sido una constante evolución. La verdad que en todo lo que yo creo que te puedas preguntar hemos aprendido y hemos evolucionado un montón.
S: También hemos aprendido a saber cómo mostrarnos. Cuando empezamos no teníamos todavía mucha idea cuando nos preguntaban que quién era Merino. El primer disco es esa búsqueda de identidad y se ve reflejada porque es un montón de estilos ahí metidos de todo lo que nos gustaba o resonaba, mientras que con el segundo ya creo que afinamos mucho y, ahora con este tercero, ya sí que es quizá el trabajo más maduro, también por la manera de enfrentarnos a ello. Las canciones cuentan una historia mayor, están ordenadas cronológicamente y con el show también contamos con las luces, con la escenografía, con los videoclips y está todo muy unido y eso en el primer disco no pasaba. Hemos aprendido muchísimo en estos años.

Has mencionado el camino para buscar el sonido propio, ¿a qué suena Merino?
S: Yo creo que suena a nostalgia y a esperanza en cuanto a letra y a temática. Hay mucho crecimiento, mucho mirar hacia adentro. Sonoramente creo que nos estamos yendo más a lo orgánico con toques más electrónicos.
A: Es difícil de definir. Para nosotros es tener todo lo que nos gusta en nuestras canciones, pero es difícil de definir. Pop cañerito, que diría Santos.
S: Pop nostálgico, vitalista, intenso y esperanzador.
A: Cuando tocamos en el Mad Cool nos dijeron pop de alto voltaje emocional y nos gustó mucho.
Cantáis "llévame a los festivales de todas las ciudades", ¿qué supone para vosotros tocar en los festivales y tocar en el Conexión Valladolid y por qué está tan de moda?
A: Es como una recompensa a todo el trabajo, a toda la inversión, a todo el tiempo que hemos dedicado. Poder darte a conocer a gente que va a ver otros grupos y que te pueden escuchar por primera vez es lo que nos gusta a las bandas. La parte negativa es que, sería increíble si pudiera mejorar, pudiéramos dedicar un poco más de tiempo al show, es la única pega porque tienes esa rapidez y no puedes hacer lo que tú harías en una sala.
S: A la vez tienes una cantidad de artistas y de grupos en un mismo día que en una sala sería imposible. Cuando vas a ver a un artista como mucho ves a un telonero, así que los festivales dan esa oportunidad de ver a muchos artistas a la vez y si te gusta mucho uno lo vas a ver en su concierto en una sala, pabellón o donde sea.
A: Además, tanto para el público como para nosotros sabes que vas a vivir cosas especiales, no sabes cuáles, pero las vas a vivir.
En la letra de la canción El Bosque decís 'siempre serás importante en los ojos correctos', ¿quiénes han sido vuestros ojos correctos?
A: Los que te miran sin juzgarte. Yo creo que esa es, para mí, la parte más fundamental, alguien que te mira sin juzgarte, te acepta como eres.
S: Me parece la frase que resume todo el disco porque desde la primera canción hasta la última, en esa búsqueda de aceptarte y de sentirte bien contigo mismo, esos ojos correctos son primero los tuyos, el mirarte con ternura, el querer entenderte, el no fustigarte, el perdonar a todas tus versiones, que son las que le hicieron bien y las que no lo hicieron tan bien. Todo ello me parece importante.
Luego ya, cuando los ojos correctos son los tuyos y te sabes mirar bien, es cuando quizás estás preparado para también encontrar tu círculo y ese amor fuera, ya sea en pareja, familia, amigos o la gente que te apoya. En nuestro caso son también los del público, el que va a verte y ve algo en ti para escuchar tu música y seguirte.
La habéis dejado para la última del disco, la que es la canción más potente.
A: El camino empieza en la infancia de Sandra siendo algo hostil e inspirado también por una terapia de Sandra en la que se da cuenta de la diferencia entre poder nacer en un sitio sin vegetación, sin otros árboles que te rodean y sin protección, o nacer en un bosque. Cuenta un poco ese camino de Sandra de nacer en ese lugar hostil y conseguir formar ese bosque.
S: Con mucho tiempo, mucho trabajo, pasando por muchos lugares y al final es lo que cuenta Álex. En este disco hay mucha pérdida, hay mucha torpeza, hay muchos errores y hay una canción clave, que es la Brújula, que justo habla de este proceso de terapia que inspiró todo el disco.
Tras ella, por fin, ya llegamos a canciones más luminosas, como Los 30 o El bosque, que es la última. Está así por orden de sucesos y es algo cronológico. Sentimos que encajamos en nuestro círculo personal, en nuestra profesión y este verano de festivales va a ser nuestro bosque, es lo que soñábamos hace años y por fin parece que se ha conseguido.
Sois un dúo mixto y es más habitual en la escena ver grupos compuestos por todos los integrantes chicos o chicas, ¿tenéis alguna teoría al respecto?
A: Influye un poco en el camino lo que te encuentras. Nosotros ahora mismo estamos en proceso también de querer ampliar la banda, pero es que depende mucho de tu entorno, de tu círculo, de lo que conozcas, de lo que te recomienden.
S: Sí, yo creo que es como se da. Nosotros, por ejemplo, nos conocimos y empezamos a hacer música, pero seguro que si Álex hubiera sido Alejandra y yo Sandro habríamos conectado como personas para formar un proyecto. Creo que cada vez hay más bandas mixtas. Hasta ahora es verdad que casi siempre las chicas eran las cantantes, pero ya ha habido bandas, como fue Måneskin, en la que la bajista era mujer y el resto eran hombres. O La La Love You.
Cada vez se ve más y es verdad que yo creo que irá a más porque, por ejemplo, cuando era pequeña quería ser cantante, pero tampoco había visto bajistas, productoras o técnicas de sonido, entonces ni me planteaba eso de pequeña. Ahora lo veo y digo, 'ostras, pues yo también quiero serlo' y esto le pasará también a otras niñas e imagino que en un futuro, cuantos más puestos ocupen mujeres, más mujeres habrá porque más referentes habrán.
También hay una polémica siempre por la repetición de grupos en festivales y que la mayoría sean hombres, encima vosotros os llamáis Merino, que también parece masculino.
S: Ya... (se ríen). En nuestro caso, por ejemplo, es verdad que es un nombre o neutro o masculino, pero no es nada femenino... Es verdad que cada vez hay más grupos de integrantes femeninas y poco a poco se van viendo más, pero el porcentaje sigue siendo muy bajo y en la mayoría de los festivales casi siempre van las mismas artistas o las mismas bandas y hay mucha más gente en la escena musical.
Imagino que va a ir progresivamente igualándose y también por lo que digo de los referentes, hace unos años había menos. Espero que vaya a más en el menor tiempo posible porque hay mucho talento femenino en la escena y debería haber más representación en los carteles.

No estáis en una multinacional, ¿cuesta abrirse camino para vivir de la música en España sin estar en una de ellas?
S: Yo empecé tocando en la calle y luego nosotros hemos estado tocando versiones en todo tipo de lugares, bodas y hoteles varios años hasta que por fin lo hemos podido aparcar para centrarnos solamente en Merino, pero hemos estado años alternando las dos cosas porque Merino solo era inversión. Al principio, cuando haces un proyecto, tienes que grabar discos, hacer giras, grabar videoclips, etc y hasta que sale rentable salir de gira con un equipo de personas cuesta mucho.
A: Vamos recuperando lo invertido todos estos años, pero aún nos queda mucho. Es complicado, es un trabajo que es inestable, que depende de las circunstancias, no es tan sencillo como otros sectores de por sí y encima es mucho más precario que casi cualquier otro sector al que te quieras acoger, es que casi dudo que haya alguno más precario.
S: Nosotros, por ejemplo, vivimos un cambio muy grande cuando fichamos por Hook, que es nuestra oficina de management y que, gracias a ellos, Merino empezó a sonar en más sitios, a estar en más carteles el año pasado y ha habido también un salto del verano pasado a este gracias a tocar. Hay un punto en el que una banda sola cuesta mucho más.
A: Nosotros, por ejemplo, hemos crecido tocando. Ha sido lo que más nos ha hecho crecer y seguir evolucionando. Otras bandas crecen más en redes y cada uno tiene un camino.
Para grupos emergentes o digamos que estáis empezando, ¿existe ese hecho de que parece que haya que estar sacando la canción del mes constantemente?
A: Sí existe, pero no la notamos. Creo que nosotros hemos salido de ello al no estar en multinacionales y rodeándonos de un equipo que ha sabido entender nuestro ritmo porque la creatividad ha sido muy importante, tiene que llegar y tiene que darse con un tiempo necesario y cómodo como para que salga la canción.
S: Y que las carreras que admiramos, que nos gustan más y con las que nos sentimos más identificados son las de discos y no tanto las de sacar tema cada mes. Preferimos el crear un disco, un concepto y mimarlo mucho y eso no lo puedes hacer cada seis meses.
A: Al principio entrábamos en esta droga, entre comillas, del single, de a ver qué pasa con él, si entra en una playlist o no, pero con este disco hemos tenido la suerte de entrar en todas las playlists de Spotify, de verdad que en todas y es algo que si nos lo cuentan no lo hubiéramos creído.
Al final te das cuenta que los temas luego sobreviven y viven por la gente que los va escuchando a lo largo de los años. Entonces, por mucho que tú quieras tener un pico en digital, que viene muy bien también y te posiciona en otras cosas, creo que lo importante es que la gente se lleve esa canción al coche, que la ponga en su casa o que le recuerde un momento de su vida especial. Eso está al margen para mí de esa importancia, de volverse loco con sacar un single y que sea una canción que pete o no. Esto está muy bien, pero ¿cuántas canciones no petan y al año siguiente nadie las pone? No sé, cada uno tiene un camino y hay un artista para cada situación. A nosotros por suerte todavía no nos ha agobiado esa ola.
S: A nosotros nos pasó eso con el primer single del segundo disco, Apareciste, que todavía no era ni el primer single de ese segundo disco y solo era un tema que sacamos porque acabamos de empezar a grabar con Santos & Fluren y estábamos emocionadísimos y dijimos de sacarlo. Lo hicimos sin promo, con una portada que luego cambiamos porque hicimos otro concepto y no cuadraba la portada con la que lo subimos. Con esa canción es verdad que no pasó nada en ese momento, pero ahora, por ejemplo, es una de las favoritas de los conciertos.
A: Las canciones son como los hijos, tú los traes al mundo, luego se desenvuelve y el mundo hace con la canción lo que quiera.