Va a una entrevista de trabajo en Lidl y lo que se encuentra no es para nada lo que se había imaginado
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Va a una entrevista de trabajo en Lidl y lo que se encuentra no es para nada lo que se había imaginado

Era más complejo de lo que esperaba.

El logotipo de Lidl, en la puerta de uno de sus supermercados.Getty Images

Una periodista del medio polaco Kobieta ha plasmado en un artículo su sorpresa por lo que vivió durante un proceso de selección para trabajar como cajera en un Lidl de ese país, ya que las pruebas con las que se encontró no eran en absoluto lo que había imaginado.

Según relata, antes de embarcarse en ese proceso preguntó a una trabajadora de los supermercados cómo es trabajar allí y ésta le contó los pros y los contras. Como le explicó, estar allí, como en cualquier otra tienda, es exigente físicamente y a veces algunas partes de su cuerpo, como la espalda, se resienten. Pero subrayó que también tiene sus ventajas: aumentos salariales permanentes y un buen ambiente de trabajo.

Según cuenta la periodista, envió su currículum a las dos ofertas de trabajo que vio en la web de Lidl y unos días después la contactaron por teléfono. En la llamada, ya le dieron información sobre la forma de empleo y el plan de aumento salarial. Y le aseguraron: "En Lidl hablamos abiertamente de condiciones laborales. Sabemos que no tienen rival".

Además, le pidieron que reservase dos horas para una "reunión" con el encargado de la tienda. Y ahí empezaron la sorpresas, porque la entrevista no era una entrevista al uso, sino una prueba en grupo, con más candidatos.

Primero, les enseñaron un vídeo en el que resumían cómo es "un día laboral típico en Lidl.": "En él, el narrador habla con voz alegre sobre las tareas del empleado. Dependiendo de lo que nos asigne el jefe de turno, nos encargaremos de descargar la mercancía en la zona de frutas y verduras, zona de productos cárnicos o hornear pan. Además, hay cajas registradoras y limpieza de tiendas. Todo está planificado y organizado".

Luego les explicaron los requisitos para el puesto de cajero: "En primer lugar, la capacidad de adquirir conocimientos rápidamente. Ya al comienzo del trabajo se puede ver quién trabaja duro. En segundo lugar, estar preparado para trabajar por turnos . Disponemos de tres turnos: mañana, tarde y noche".

Según les resaltaron, Lidl tiene "uno de los salarios más atractivos del sector y aumentos periódicos": "El primer contrato de trabajo se firma por seis meses, el siguiente por un año. Después de trabajar un año y medio, recibimos un contrato por tiempo indefinido".

Dicho eso, les avisaron de que trabajar en una tienda "es físicamente duro": "Por lo general, hay la menor cantidad de personas posible y tantas tareas como sea posible durante un turno. Si no tenemos actividad, intentamos despedir a los empleados y darles vacaciones de forma continua".

"Hay una gran presión para trabajar rápidamente. Imagina que estás solo en la tienda y tienes que descargar cajas de plátanos que llegan hasta el techo de esta sala, y luego correr hacia la caja registradora. Este tipo de tareas también suceden", les explican.

Dicho eso, ahora sí, le pasaron a una entrevista individual donde le preguntaron si estaba buscando trabajo también en otros sitios, dónde y cuánto tiempo le gustaría estar en Lidl. Cuando ella respondió que cerca de un año, el reclutador torció el gesto.

"Buscamos personas que se queden con nosotros el mayor tiempo posible. No queremos rotación. La cuestión es que invertimos en usted desde el primer día de trabajo y esto debe dar sus frutos para la empresa", le explicó.

Además, una portavoz de Lidl le explicó que puede haber otra fase en el proceso de selección si un candidato no tiene experiencia en ventas pero obtuvo buenos resultados en la entrevista de contratación.

"Lo invitamos a visitar nuestra tienda por la mañana para observar las tareas diarias realizadas por nuestro equipo. El propósito de este punto es presentar objetivamente al candidato el alcance y la dinámica del trabajo. En esta etapa, el candidato no realiza ninguna tarea: su visita consiste únicamente en observación y la oportunidad de hacer preguntas y hablar con los empleados de la tienda", señala.

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Soy subdirector en El HuffPost España. Junto a todo el equipo, trato de que el medio conserve la esencia que le caracteriza desde su fundación: escuchar a la gente, no importa desde donde nos lea, apostando siempre por nuevos formatos y por el contenido que demanda la calle, tratado siempre con la máxima rigurosidad.

 

Sobre qué temas escribo

Me centro en virales, cultura digital y tendencias sociales, con especial atención a cómo ciertos fenómenos aparentemente ligeros abren la puerta a debates más profundos. Por ejemplo, el reportaje con el que se dio a conocer Alfredo Corell: “La charla de un profesor de universidad que puso en pie a todo un auditorio”. En aquella época, Corell era un desconocido para el gran público, pero a partir de ese artículo, que tuvo cientos de miles de lectores, su popularidad fue creciendo hasta convertirse en uno de los científicos más respetados de España, con galardones como el I Premio CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica.

 

Mi trayectoria

Nací en Valladolid, estudié Periodismo en la Universidad de esa misma ciudad y fui becario en 'El Día de Valladolid'. Luego dejé mi tierra para cursar el Máster de Periodismo de la Universidad Autónoma de Madrid y trabajé un año en 'El País' antes de entrar a formar parte en 2012 del equipo de 'El HuffPost España'. Aquí he sido redactor de hard news, responsable de fin de semana, jefe de la sección de virales y, ahora, subdirector. Entre medias, durante un año fui jefe de redes sociales y multidistribución de contenidos en 'Los40'.

 

Una de mis aficiones es escribir ficción y he sido finalista en dos concursos literarios: el I Concurso de Microrrelatos 5’ y el Premio Internacional de Microtextos Garzón Céspedes.

 


 

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