Leticia Díaz, investigadora emigrada: "En Harvard hay equipos punteros, pero en conocimientos estamos parejos"

Leticia Díaz, investigadora emigrada: "En Harvard hay equipos punteros, pero en conocimientos estamos parejos"

LETICIA DíAZ

"La verdad es que no me lo creía", recuerda Leticia Díaz Beltrán. Después un año y medio trabajando gratis en Jaén, recibió la llamada de la Universidad de Harvard, ese lugar cuyo nombre solo oyen de lejos la mayoría de los investigadores españoles. Le ofrecieron continuar allí su trabajo. Tras la sorpresa, aceptó.

"Me han hecho un contrato anual y mi sueldo es de 2.800 dólares al mes, unos 2.200 euros. Incluso me pagaron el billete de avión", explica ilusionada Díaz, de 32 años. Entre España y EEUU solo media un abismo de recursos. "En Harvard hay equipos punteros, pero en conocimientos estamos parejos", resalta.

Es decir, si ambos países dedicaran los mismos recursos a investigación, quizá no sería difícil alcanzar oportunidades como la suya.

Su historia es una rara excepción dentro la situación de la ciencia en España. "Es desoladora", lamenta Díaz, que con su viaje a Harvard se suma a lista de la fuga de cerebros nacional. En la Universidad de Jaén le cortaron la financiación de su proyecto sin "demasiadas explicaciones", y muchos de sus colegas "no tienen la seguridad" de que sus proyectos vayan a ser renovados.

Hace tiempo que la comunidad científica advirtió de que los recortes han puesto en peligro el sistema de investigación nacional. Sin embargo, esta política austera ha empujado al extranjero a miles de jóvenes en busca de oportunidades. En España, instituciones clave como el CSIC corren peligro de desaparecer.

DOS MESES EN HARVARD

Díaz lleva solo dos meses en Harvard y destaca la intensidad del trabajo y los medios con los que cuenta. Espera que su estancia signifique "un avance muy grande” para sus estudios.

Es una experta en biología computacional y su tesis doctoral se basa en la relación entre la genética y las enfermedades autoinmunes, especialmente el autismo. Su meta es establecer qué genes están implicados en esta dolencia para detectar posibles dianas terapéuticas —las partes celulares donde los fármacos son efectivos—que posibiliten una intervención temprana.

De aquí a un año le gustaría, "siendo optimista", elaborar una lista de "genes candidatos" que puedan ser tratados preventivamente para combatir este desorden neuronal, del que "se sabe poco".

INICIOS EN JAÉN

El periplo de Díaz empieza en Jaén, donde su proyecto repentinamente se detuvo. Les cortaron la financiación, pero ella no abandonó. "No iba a tirar por la borda todo mi esfuerzo", relata. "Quería terminar mi tesis, por eso continué investigando gratis", añade.

  5c8b6fd42300007f0124ba39

Su oportunidad llegó a raíz de la colaboración que mantienen desde hace varios años el doctor Dennis P. Wall, del Center for Biomedical Informatics de Harvard, y Francisco José Esteban, titular del departamento de Biología Experimental de la Universidad de Jaén y uno de sus principales valedores.

Wall se enteró de la situación de Díaz y le ofreció continuar en EEUU, sirviéndose de un acuerdo internacional entre ambas instituciones. La joven aceptó la propuesta "sin dudarlo".

Díaz espera poder regresar a España y establecer sus propias líneas de investigación, pero por el momento cree que es imposible.

"Esperemos que vaya bien", confía la investigadora que, sin esperarlo, se ha convertido en el fichaje estrella de la temporada científica.