Malos presagios para Trump: la sonrisa china y los piropos de Putin

Malos presagios para Trump: la sonrisa china y los piropos de Putin

Mientras Latinoamérica, el flanco sur de EEUU, es ninguneando y ofendido por el trumpismo, soliviantando a sus pueblos, heridos colectivamente en su orgullo nacional por un encadenamiento de ofensas, China, que conoce perfectamente las leyes de la termodinámica y el principio de los vasos comunicantes, fortalece sus posiciones en estas áreas que tendrán un peso creciente en el inmediato futuro.

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Foto: REUTERS

Fue Talleyrand quien dijo que "nadie puede sospechar cuántas idioteces políticas se han evitado gracias a la falta de dinero". Hoy, millones de personas, cientos o miles de millones, pueden confirmar de visu la realidad de este principio del gran político francés: no hay sino que recapacitar en los últimos meses de esa gran nación que es Estados Unidos y la meteórica escalada hacia la Presidencia del multimillonario Donald Trump, un fantoche arrogante que no tiene muchas luces y que se mueve, incluso la boca, como uno de aquellos muñecos autómatas del siglo XVIII.

Un gran presidente norteamericano, el tercero, uno de los padres fundadores, Thomas Jefferson, dejó dicho, en la carta a James Madison del 20 de diciembre de 1787, comentando una revuelta en Massachusetts, que creía conveniente que cada cierto tiempo -un siglo y medio le parecía excesivo sin ninguna movida- hubiera una revolución para agitar el sistema. La aparición en escena del magnate de Nueva York, no hay duda de que encajaría en esta forma de ver las cosas: si EEUU aguanta sin que se le revienten las costuras de la Constitución, saldrá fortalecido y -Dios o el sentido común mediante- los ciudadanos, escarmentados. Probablemente solo algún estudioso hispanista conocerá a Eugenio D'Ors y a su famosa advertencia: "Los experimentos, con gaseosa".

Donald Trump y su equipo de millonarios especuladores y generales misioneros, que son un peligro, empiezan con mal pie en la política internacional. Justo predican el proteccionismo matón y el aislacionismo en tiempos en los que la expansión de los mercados es clave para la paz mundial: si las relaciones se atienen al derecho internacional, si son éticas y justas entre países industrializados y países en vías de desarrollo o productores de materias primas, todos se benefician.

A su vez, desencadenan estúpidas guerras, que abrirán heridas difíciles de curar. Contra México, contra los inmigrantes hispanos, ofendiendo a toda América desde Río Grande hasta el Cabo de Hornos, con el cierre de los aeropuertos a refugiados de países musulmanes.... La altanería, el engreimiento y el desprecio implícito en sacar al español de la web oficial, que no se puede entender sin su guerrilla tipo islote de 'Perejil' con viento de levante del muro a lo largo de la frontera mexicana, es una iniciativa que contrasta con los nuevos equilibrios del juego de poder mundial.

Rusia está fortaleciendo su unidad hasta el extremo del autoritarismo, y pone en marcha nuevos proyectos de rearme ante un Gobierno estadounidense que se mueve como un pollo sin cabeza

Mientras Trump y su corte, a medio camino del ¡Hola! y de una tesis doctoral sobre el trastorno narcicista de la personalidad, se enemista con el resto de América, el presidente de la República Popular de China, Xi Jimping, regresaba a Beiging vía Canarias para, semanas después, asistir al foro de Davos. Por cierto, el 28 de enero comenzó el año nuevo chino: el 4715 del calendario tradicional será oficialmente el Año del Gallo Rojo de Fuego.

La nueva Casa Blanca no debe pasar por alto que los tres últimos presidentes chinos han visitado Suramérica y han convertido al subcontinente en una de las prioridades estratégicas. Este interés se pone de relieve con las visitas de Jian Zemin en 2001, de Hu Jintao, al menos en 2002 y 2004, y de Xi, el pasado mes de noviembre de 2016. La isla de Gran Canaria ha recibido a sus numerosas comitivas y a frecuentes delegaciones que han mostrado un gran interés por aspectos tales como los detalles del descubrimiento de América por Colón, que creía que iba a China y se topó con un Nuevo Mundo...

En Davos, el presidente Xi defendía la globalización con gesto sonriente; entre 2005 y 2014, Pekín ha otorgado casi 120.000 millones de dólares en créditos a varios países latinoamericanos. Aparte de este volumen de negocios, el Gobierno chino ha anunciado la inversión de más de 50.000 millones de dólares en algunos grandes proyectos; y a principios de 2016, Xi Jimping declaraba que China se preparaba para invertir en Latinoamérica 250.000 millones de dólares en diez años.

Completando estos datos, recogidos de diversas fuentes -casi toda la prensa nacional y el Rusia Today en noviembre de 2015, el Banco Central de China anunciaba en septiembre de 2015 un fondo de inversión de 10.000 millones de dólares para cooperación bilateral en alta tecnología, energía, minería e infraestructuras. El resumen es que mientras EEUU reduce sus negocios en América del Centro y Sur, China los multiplica.

Lo lógico hubiera sido, en una diplomacia normal, y en unas relaciones exteriores sin taras mentales y tics xenófobos, que Washington reaccionara con medidas que fortalecieran su liderazgo regional y el comercio, siguiendo el camino trazado por Barack Obama. China es el gran competidor para la economía USA, y hace tiempo que está enseñando abiertamente sus cartas en Latinoamérica y África.

Y en tanto el flanco sur de EEUU es ninguneando y ofendido por el trumpismo, soliviantando a sus pueblos, heridos colectivamente en su orgullo nacional por un encadenamiento de ofensas, China, que conoce perfectamente las leyes de la termodinámica y el principio de los vasos comunicantes, fortalece sus posiciones en estas áreas que tendrán un peso creciente en el inmediato futuro.

El aislacionismo maleducado y ofensivo, nostálgico del far west que impregna el dorado populismo ricachón de Donald Trump se volverá, si no hay un cambio de rumbo, como un boomerang contra la economía estadounidense.

A su vez, Vladimir Putin realiza varios movimientos que tienden, en una descarada, por elemental, estrategia de tenaza, a debilitar a Washington e impedir la unidad en los asuntos de Estado de los dos grandes partidos, el demócrata y el republicano: socavar los cimientos de la OTAN, esa Alianza Atlántica que fue fundamental para frenar el expansionismo soviético al principio de la Guerra Fría con el rearme del arsenal atómico soviético del ejército rojo en Europa, y promover, en paralelo -no conviene pasarlo por alto- movimientos populistas y nacionalistas en la Unión Europea...con guerra cibernética y comandos de operaciones especiales en red incluidos. Ah, y los fantasmas de Crimea y Ucrania haciendo sonar las cadenas.

Y en este escenario global, Rusia fortalece su unidad hasta el extremo del autoritarismo, y pone en marcha nuevos proyectos de rearme ante un Gobierno estadounidense que se mueve como un pollo sin cabeza con un presidente que ensaya ante el espejo y hace incesantemente la misma pregunta: '¿Espejito, espejito, quién es el más listo, el más guapo, el más rico...?

Los intereses económicos de varios de los asesores y ministros de Trump con los oligarcas rusos y el entorno financiero del Kremlin, la confirmación de la gigantesca maniobra de intoxicación rusa contra la candidata Clinton para favorecer las opciones de la trumpomanía, que tuvo un efecto descerebrador colectivo, las primeras actuaciones del nuevo presidente, que predica una realidad no real -"hechos alternativos", algo que no puede ser sino cinismo o esquizofrenia- , no son factores que muevan a la confianza, a la predecibilidad y a la seguridad.

Por penúltimo, España tiene con los países latinoamericanos la misma relación especial que tiene Reino Unido con Estados Unidos. España, y la Unión Europea, no tienen más remedio, por obligación moral, pero también por su propio interés (nunca viene mal en tiempos confusos un aviso a navegantes) que apoyar a México frente a las inadmisibles amenazas del nuevo presidente de USA.

La convocatoria de una Cumbre Iberoamericana de carácter extraordinario en Ciudad de México, auspiciada por el Gobierno español, sería una excelente ocasión para a) revitalizar a las cumbres y b) para acentuar la independencia de las naciones del subcontinente, su solidaridad colectiva y sus vínculos espirituales, políticos y económicos con España y la Unión Europea.

El aislacionismo maleducado y ofensivo, nostálgico del far west que impregna el dorado populismo ricachón de Donald Trump se volverá, si no hay un cambio de rumbo, como un boomerang contra la economía estadounidense. Y Europa tendrá que asumir nuevos compromisos en seguridad, defensa, inteligencia..., por lo que disminuirán su dependencia y sus compras en EEUU. La industria y la investigación europea ya ha demostrado que puede asumir estos desafíos, y sacar y sacar beneficio y oportunidades de negocio del interiorismo y el poco seso del ocupante del Despacho Oval, que tiene aterrorizado al Partido Republicano por su arrogante cesarismo de niño de papá. Pero detrás de cada césar siempre hay un Bruto. Trump está personificando la figura del tonto útil. Pero los tontos útiles tienen fecha de caducidad. Cuando los tontos útiles se convierten en tontos crónicos y en tontos peligrosos, dejan de ser útiles.