La última ha sido este domingo por la noche ante el público del Manchester Arena en Reino Unido, donde caben cerca de 21.000 personas.
El intérprete de 22 años paró su interpretación para hablarle a los fans (lo típico de los conciertos), pero a estos no les gustó demasiado la idea y le empezaron a abuchear. Fue entonces cuando decidió callar, darse la vuelta, tirar el micro y dejarlos a todos planteados, como explica la crónica de The Telegraph y como se puede ver en los siguientes vídeos.
Al desplante le siguió el arrepentimiento y Bieber decidió volver a las tablas para explicar por qué se había ido. Al parecer no se había sentido suficientemente respetado por sus seguidores.
"Dedico mi vida a llevar grandes sonrisas a las caras de la gente y siento que la gente simplemente no me devuelve el mismo respeto. Eso es todo", se justificó el interpretar para el que cantar no parece suficiente.