Eduardo García Llama, el español que ha guiado a la misión Artemis I de la NASA hasta la Luna

Eduardo García Llama, el español que ha guiado a la misión Artemis I de la NASA hasta la Luna

La nave Orión volvió a la Tierra tras un viaje espacial de más de tres semanas en el que rozó la Luna.

El físico español Eduardo García Llama.Eduardo García Llama

Han sido 25 días intensos, emocionantes y cargados de trabajo, pero todo ha salido a pedir de boca. La nave Orión de la misión Artemis I regresó este domingo a la Tierra tras un viaje espacial de más de tres semanas en el que llegó a estar a unos 130 kilómetros de la Luna.

Pendiente de estos 2,2 millones de kilómetros recorridos por la nave ha estado Eduardo García Llama, un físico español que trabaja como jefe de guiado y control de Orión.

Tras 25 intensos días de trabajo en los que descansar y desconectar de la misión ha sido casi imposible, García pudo disfrutar este domingo de la reentrada en la Tierra y del splash down o amerizaje ya sin responsabilidad directo. Lo hizo viéndolo en una sala de visionado en el Centro Espacial Johnson de la NASA, en Houston, junto a altos responsables, como el administrador de la NASA o los mánagers de los programas Artemis y Orion.

Ahora, tanto él como su equipo, así como el resto de departamentos, tienen que analizar el viaje en profundidad, extraer las conclusiones y realizar un informe que acerque, un pasito más, la vuelta del ser humano a la Luna.

De momento, los planes de la NASA son los de comenzar la misión Artemis II en 2024 y al año siguiente la Artemis III. Para esta última, está previsto que los astronautas toquen el suelo del satélite por primera vez desde 1972, cuando lo hicieron los enviados de la misión Apolo XVII.

¿Cómo han sido estas semanas de misión?

Han sido días de mucho trabajo. Jornadas larguísimas en las que no he podido descansar apenas, pero estamos muy satisfechos y muy contentos porque todo ha salido muy bien y ha sido una experiencia muy enriquecedora.

¿La NASA hace algún ritual al terminar misiones tan importantes como estas?

Ritual como tal no hay ninguno. No hay ninguna tradición ni nada parecido. Lo que sí que hay después, horas más tarde de acabar todo, es una celebración. Esta es la única tradición que se hace después de cada misión desde los tiempos de Mercury. Se hace en el Johnson Space Center de la NASA y están controladores, operadores de vuelo, responsables del programa, etc.

¿Cuándo finalizó su trabajo?

Realmente tu labor se acaba cuando la nave toca el mar, pero es verdad que esa última hora o algo más ya estaba desligado a nivel profesional. Esa mañana hicimos la última maniobra de corrección de trayectoria que se hace a unas pocas horas de lo que llamamos el interfaz de entrada, que es el punto en el que la nave efectúa la reentrada. Así que esa mañana temprano sí que estuve involucrado.

Después, se hace un cambio de turno y los de mi equipo que se incorporan a ese último turno son los expertos en el guiado de la reentrada y su control. Son de mi equipo, pero mi posición como personaje que gestiona y toma decisiones viendo qué es lo que se puede hacer después de algo que sucede ya desaparece. Cuando la cosa ya está enfilada para reentrar ya no puedes hacer gran cosa porque ya está todo hecho y si hay alguna decisión que tomar se toma en tiempo real por el equipo de expertos que tengo en consola.

¿Cómo ha ido la misión?

Ha ido muy bien. Ha ido tan bien hasta el punto de que el programa dio la posibilidad de hacer más pruebas en el vuelo que las programadas en un principio. No solo hemos volado la misión, también hemos ejecutado en momentos concretos unas pruebas que estaban diseñadas antes del vuelo. Además, como todo estaba yendo tan bien el programa abrió la posibilidad de que hiciéramos nuevas propuestas que no estaban programadas antes del despegue.

Así, se propusieron nuevas cosas y se hizo una lista en la que se eligieron algunas de acuerdo a su prioridad e intereses. Unas eran más complejas que otras y esto también fue otra razón por la que tuvimos más trabajo. Tuvimos que diseñarlas, planearlas, coordinarlas y ejecutarlas. Supuso mucho trabajo extra, pero merecía la pena hacerlas porque estás volando y no vas a tener otra ocasión de hacer una cosa así. Salieron muy bien y la verdad es que en ningún momento hubo peligro de nada.

¿Qué conclusiones se han sacado?

En mi caso, respecto a los sistemas de vuelo, se han evaluado datos según progresaba la misión porque es cuando se puede hacer en directo. No hay una mejor oportunidad que durante el vuelo. Sin embargo, durante la misión, aunque hemos evaluado parte de los datos, no hay tiempo físico par hacerlo con todos.

Ahora comenzaremos a analizarlos y tenemos tres meses para extraer las conclusiones y presentar el informe. Hemos visto que todo se ha ejecutado bien y la nave está recuperada, pero también tenemos que conocer desde el punto de vista del diseño los detalles de la telemetría a nivel profundo de qué ha pasado, cómo, etc. En el transcurso de la misión no se ha podido mandar todos los datos y ahora hay que estudiar esa parte.

En un momento dado se perdió la comunicación con la nave durante 47 minutos. ¿Fue crítico?

Respecto a las pérdidas de comunicación hay que tener en cuenta que dos de las maniobras propulsivas grandes se hacían en ausencia de comunicaciones. En esas dos ocasiones, en las que el encendido se realizaba detrás de la Luna sin línea directa con las estaciones de Tierra, se perdían las comunicaciones. Eso estaba planificado. Durante una misión se pierden alguna vez, lo que pueden ser de forma planeada o no planeada. En esa ocasión en la que se perdieron durante 47 minutos creo que por un error humano.

En cualquier caso, ocasionalmente, puede haber algún momento en el que a lo mejor hay un panel solar que tapa una antena de la nave durante una maniobra al estar está posicionado de una cierta forma que impide que la antena reciba señal durante un mínimo periodo de tiempo. Son cosas normales que no ofrecen mayor preocupación.

¿Es posible perder la conexión de forma permanente?

Hubo otro día la estación de Goldstone de California (Estados Unidos) tuvo un fallo y estuvimos unas cuatro horas sin comunicaciones. Pero esto no fue un gran problema porque tal y como rota la Tierra a las horas se establece conexión con otra estación.

Es muy díficil llegar a esa condición de pérdida de comunicación total. No se produce por un solo fallo, se tiene que dar una cadena de errores y es casi imposible que suceda. Nunca se ha dado en la historia de la exploración espacial del programa espacial tripulado. Además, a pesar de ser altamente improbable, en cualquier caso la nave tiene un salvaguarda de seguridad por el que ella misma sería capaz de volver a la Tierra.

¿Y en caso de que en vez de maniquíes haya personas no produce angustia?

Si hay personas, con tan pocos minutos, no pasa nada. Luego en esas partes planeadas sin comunicación tampoco pasa nada. En el caso de que se venga abajo una estación como lo que sucedió con Goldstone sabes que según rote la Tierra la siguiente estación va a establecer comunicación. Como todo en la vida, depende de donde te pille o lo que estés haciendo en ese momento, pero no es un aspecto preocupante.

Igual para el público general supone una cosa excepcional, pero en nuestro mundo no es algo que consideremos grave. Además, si tienes tripulación a bordo incluso ellos mismo pueden ser capaces de orientar la nave para que la antena de abordo esté más enfocada a una estación específica y se reestablezca una comunicación concreta. No ofrece mucho problema.

¿Te esperabas fotos tan espectaculares como las que se han tomado?

La verdad es que no, han sido muy sorprendentes. Ninguno creo que se esperara esas fotos. Sabíamos que en el plan de vuelo existían esas ocasiones para tomar esas imágenes porque la nave iba a estar posicionada de tal forma que te permitiera recoger esas perspectivas, pero claro, hay que tener en cuenta que eso se hace en el transcurso normal de una planificación del vuelo. En esos momentos no piensas en si cuando se obtengan van a ser espectaculares o no, estás a otras cosas.

Entonces sí que te impactan cuando las ves de verdad, te quedas muy sobrecogido. Las imágenes eran en tiempo real y había un enlace en el que todo el mundo se podía meter a ver el directo. Yo me metía incluso desde casa a ver qué estaba viendo Artemis. Eso también ha sido muy espectacular, porque algunas de las imágenes han sido altamente impresionantes.

¿Cuál ha sido tu momento favorito?

Para mí las más espectaculares fueron las que se produjeron después de la última maniobra que te pone en trayectoria hacia la Tierra. Esas fueron espectaculares porque se ve la Luna muy cerca, la parte de la nave del módulo de la tripulación y al fondo un cuarto creciente de la Tierra. Estás acostumbrado a ver la Tierra en primer plano y la Luna al fondo y ver esa perspectiva fue espectacular.

¿Fue más sencillo la ida y las maniobras de llegada o la vuelta y las de salida?

La dificultad es la misma en los dos tramos. Los tipos de encendido que se hacen son similares tanto a la ida como a la vuelta y a la hora de insertarte en la órbita lunar, así como a la hora de salir de ella.

¿No hay un momento que sea más complicado que el resto?

Hay un encendido, el último gran encendido que se hace para regresar a la Tierra, que catalogamos como crítico porque se tiene que dar en un momento específico y no hay margen para aplazarlo. Los otros los catalogamos como obligados, pero no se tienen que hacer en un momento exacto, ya que hay una ventana de tiempo de 20-30 horas para ejecutarlos. Son obligados para cumpliar la misión tal y como la tienes prevista, pero solo había uno catalogado como crítico que había que hacer en un momento concreto.

Había un segundo encendido que también podría haber sido catalogado como crítico. Este es en la última corrección de la trayectoría de retorno, que es la que se realiza pocas horas antes del interfaz de entrada. Ese, si por ejemplo la nave no viniera apuntando exactamente donde queremos, sí que habría sido catalogado como crítico, pero como la nave venía muy bien no fue necesario hacerlo. Se hizo, pero sin ser catalogado como crítico. Incluso si no se hubiera hecho la misión habría seguido siendo un éxito.

¿Cuál es su futuro? ¿Artemis II?

Sí, ahora cuando se analicen todos los datos y termine la fase de postvuelo se empezaré con Artemis II.

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Alfredo Pascual es redactor de Virales en El HuffPost en Madrid. Escribe sobre noticias de televisión, política, redes sociales, deporte, etc. Estudió periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y un máster en Periodismo de investigación, datos y visualización en la UNIR. Antes de entrar en El HuffPost estuvo en la Cadena Ser y en el Heraldo de Aragón. Puedes contactar con él en alfredo.pascual@huffpost.es