Lo ocurrido en un Lidl de Sevilla hace frotarse los ojos a más de uno

Lo ocurrido en un Lidl de Sevilla hace frotarse los ojos a más de uno

“No podía creer que fuera verdad".

Imagen de archivo de un supermercado Lidl en Alemania.OLLO VIA GETTY IMAGES

No es lo habitual, pero de vez en cuando ven la luz gestos que emocionan y consiguen que parte de la sociedad recupere la fe en la solidaridad del ser humano.

El pasado viernes, en el Lidl de Montequinto, en la localidad sevillana de Dos Hermanas, tuvo lugar un detalle que ha emocionado y ha puesto los pelos de punta a toda España.

Un hombre que entraba al supermercado a comprar le preguntó a una mujer extranjera que pedía en la puerta si necesitaba algún producto. Esta le contestó que unos muslos de pollo y un litro de aceite.

El cliente, lejos de comprarle únicamente esas dos cosas, se gastó 261,21 euros en hacerle una compra completa con carne, pescado, productos de alimentación, de limpieza, refrescos, etc.

Mercedes Ortega fue la cajera del Lidl que cobró a esta persona y aunque la compra no era una normal, estaba lejos de poder imaginar que iba a ser totalmente solidaria.

“Mi sorpresa fue cuando la mujer de unos 40 años que pide en la puerta entró con un carro porque él la llamaba y empezó a guardar todos los productos”, recuerda Ortega.

Ella, que conoce a esta mujer de pocos recursos por estar siempre en la puerta, la define como una “buena persona que siempre ayuda a los clientes” y reconoce que mantienen una buena relación de saludarse casi diariamente.

  El ticket de la compra solidaria.Mercedes Ortega

Por eso, se alegró todavía más del gesto: “Mientras guardaban la compra nos mirábamos con la mascarilla y solo con los ojos llorosos ya me iba diciendo que era para ella”.

Tras guardar todos los productos y distribuirlos en las bolsas, pagó con tarjeta y se fueron sin recoger ni siquiera el ticket a dejarlos a casa de esta persona. Ortega se quedó “petrificada” en su puesto de trabajo sin saber cómo reaccionar.

“Llevo 20 años trabajando en supermercados y nunca había visto un gesto así. Además soy muy sentida y llorona y no pude ni darle las gracias al hombre porque cuando se fueron me lie a llorar”, señala la cajera, que no pudo ir después al párking porque no podía abandonar su puesto de trabajo.

“No podía creer que fuera verdad. Me alegré como si me lo hubieran hecho a mí. A esa persona le hace mucha falta y yo aluciné”, continúa Ortega, volviéndose a emocionar al recordar ese episodio.

Ella no conoce personalmente al hombre autor de ese gesto, aunque sí que confiesa que le sonaba su cara de verlo por la calle alguna vez. Desde el pasado viernes, ya nunca se le va a olvidar.

“Ahora no hago más que estar pendiente por si entra otra vez, para ir y darle las gracias. Me emocionó muchísimo y me tuvo toda la tarde llorando”, afirma. Precisamente y como agradecimiento, Ortega publicó el ticket de compra en su perfil de Facebook: “Ojalá llega a sus oídos. Me quedé muerta y estoy encantada de saber que, a pesar de todas las noticias malas, sigue habiendo hay gente buena”, subraya.

Este lunes, Ortega volvió a hablar con la mujer de la puerta. Ambas, relata, se fundieron en un emotivo y especial abrazo antes de comenzar a llorar juntas. “Ella me decía que no se lo podía creer, pero es que han pasado tres días y yo tampoco”, sentencia.

Un emocionante detalle que ya ha dado la vuelta a España.

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Alfredo Pascual es redactor de Virales en El HuffPost en Madrid. Escribe sobre noticias de televisión, política, redes sociales, deporte, etc. Estudió periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y un máster en Periodismo de investigación, datos y visualización en la UNIR. Antes de entrar en El HuffPost estuvo en la Cadena Ser y en el Heraldo de Aragón. Puedes contactar con él en alfredo.pascual@huffpost.es