Las vacas sufren los estragos del calor y encuentran la solución de 35.000 euros para mantenerlas frescas: "Parecían felices"
La llegada del verano y el aumento de las temperaturas puede afectar a la producción de leche de estos animales, así como a su calidad.
El estrés térmico derivado del intenso calor del verano puede provocar en las vacas una menor producción de leche—pues dejan de comer— así como afectar a cuestiones como el contenido de grasa o la calidad de la leche, que ve reducida su proteína, tal y como explica la experta en producción de leche, Liisa Heinonen al medio finlandés 'Yle'.
Además, el calor también puede ayudar a incrementar el riesgo de infecciones parasitarias. En este sentido, según recuerda Heinone, resulta fundamental controlar la temperatura a la que el ganado se encuentra y poner en marcha medidas para mejorar el bienestar de los animales. "Lo más importante es garantizar el abastecimiento de agua, que haya suficiente agua disponible para todos y que sea de buena calidad", destaca la misma.
Otra de las cuestiones en las que hace hincapié es en que las vacas tengan acceso a sombra y ventilación. Para ello, la experta coloca ventiladores— cuyo precio por unidad es de unos 35.000 euros— e incluso duchas para refrescarlas. "Se les alivia el estrés y se ven mucho más felices. Además, no hubo bajadas de producción de leche", añade.
Iniciativas como la de la ventilación no solo han ayudado a mitigar el estrés térmico de las vacas, sino también el de los trabajadores. "Para nosotros también fue una ventaja", señala la mujer. "Por la comodidad de la gente quizá no hubiera hecho una inversión de esa magnitud, pero no está de más que para mí sea más cómodo estar allí", sentencia.
Según un estudio titulado 'Influencia del estrés térmico en la producción, calidad de la leche y en el recuento de células somáticas en Galicia', cuando el índice de temperatura y humedad (ITH) alcanza niveles críticos, la producción de leche se reduce, especialmente su contenido en proteína y grasa. En el caso de Galicia, afirman los autores, "si bien el clima es más suave que el de otras regiones, incluso un estrés térmico moderado durante los meses más cálidos provoca pérdidas económicas sustanciales en el sector lácteo".
"Las vacas en la mitad de la lactación y aquellas con mayor producción de leche serán las más susceptibles a pérdidas de producción y composición bajo estrés térmico, en comparación con las vacas al inicio o al final de la lactación", agregan los mismos. "Por cada unidad de aumento del ITH por encima del nivel crítico, las vacas pueden perder hasta 0,249 kg de leche al día", resumen los autores, que señalan como un obstáculo el cambio climático.