La devastadora noche en Algeciras en la que se asestó uno de los golpes más mortíferos de la historia de la Armada española
Superó en pérdidas humanas incluso a la famosa Batalla de Trafalgar.

En la noche del 12 al 13 de julio de 1801, las costas del estrecho de Gibraltar se convirtieron en el escenario de una de las tragedias más devastadoras en la historia de la Armada española. La Segunda Batalla de Algeciras, conocida también como el "Desastre de Punta Carnero", marcó un episodio de caos y destrucción que dejó cerca de 2.000 muertos, superando en pérdidas humanas incluso a la Batalla de Trafalgar.
Esta catástrofe naval, según recogió el ABC, fue calificada por el historiador Víctor San Juan como "el episodio más desgraciado de toda la historia de la Real Armada española", tuvo como protagonistas a dos de los buques más imponentes de la marina española: el San Hermenegildo y el Real Carlos. Ambas naves, de 120 cañones, representaban lo mejor de la ingeniería naval de la época, pero aquella fatídica noche se convirtió en las víctimas de un enfrentamiento marcado por el caos, la descoordinación y la tragedia.
Una alianza peligrosa y un enemigo implacable
El desastre tuvo lugar en el contexto de las guerras revolucionarias francesas. Tras la firma del Convenio de Aranjuez entre España y Francia, las flotas de ambos países se unieron en un intento por contrarrestar el dominio marítimo de la británica Royal Navy. En junio de 1801, la escuadra franco-española, liderada por el vicealmirante español Juan Joaquín de Moreno y el almirante francés Charles Linois, buscaba reorganizarse en la bahía de Algeciras.
La Royal Navy, bajo el mando de James Saumarez, ya había sufrido una derrota en la Primera Batalla de Algeciras, donde los aliados habían capturado al poderoso navío británico Hannibal. Pero los ingleses no estaban dispuestos a aceptar la humillación. Saumarez reorganizó sus fuerzas en Gibraltar y lanzó un contraataque nocturno.
El caos en la oscuridad
La tragedia comenzó cuando el HMS Superb, un barco británico de 74 cañones, aprovechó la dispersión de la formación franco-española en la bahía. Bajo la oscuridad de la noche, atacó con rapidez y precisión, descargando andanadas sobre varios buques enemigos antes de desaparecer en las sombras. En medio de la confusión, el San Hermenegildo y el Real Carlos se enzarzaron en un combate mortal, creyendo que el otro era el enemigo.
La falta de visibilidad y la tensión desataron una serie de errores fatales. Según algunos relatos, las llamas del Real Carlos, provocadas por un proyecto incendiario, se propagaron al San Hermenegildo tras una colisión accidental. Las santabárbaras de ambos buques, donde se almacenaba la pólvora y las municiones, explotaron con una fuerza devastadora, hundiendo las dos naves en cuestión de minutos. De los casi 2.000 tripulantes a bordo, solo unas decenas lograron sobrevivir.
La mayor tragedia naval española
El desastre no terminó ahí. Los británicos aprovecharon la confusión para capturar al Saint Antoine, un buque francés que formaba parte de la escuadra combinada. Lo que había comenzado como una operación de reorganización para los aliados terminó en una aplastante victoria para la Royal Navy, que vengó su derrota inicial y reafirmó su dominio en el Mediterráneo.
La Segunda Batalla de Algeciras dejó una marca imborrable en la historia naval de España. A pesar de contar con una fuerza teóricamente superior, la descoordinación y confusión entre las flotas aliadas, sumada a la determinación británica, desembocó en un desastre sin precedentes.