La habitación de este hotel de Canarias sigue intacta por quien fue su huésped el día antes del estallido de la Guerra Civil
Un cuarto que ha adquirido un magnetismo especial con el paso de los años.

En el corazón de Las Palmas de Gran Canaria existe un hotel que funciona como un pequeño santuario de la historia reciente: conserva prácticamente intacta una habitación en la que durmió Francisco Franco justo antes del estallido de la Guerra Civil española. Lejos de ser un simple objeto de curiosidad turística, el cuarto actúa como un fragmento tangible del pasado que interpela a visitantes, historiadores y residentes por igual.
Se trata de la habitación número 3 del Hotel Madrid, en la Alameda de Colón, cuyo interior de madera oscura conserva el mismo mobiliario que alojó a Franco la noche del 17 al 18 de julio de 1936, apenas horas previas al levantamiento que desembocó en la guerra: la cama de dos cuerpos, la mesilla con lámpara, la cómoda, el espejo y hasta el escritorio. Todo ello convierte a la estancia en un testigo mudo de la historia de España.
El edificio que alberga ese cuarto fue obra del arquitecto modernista Rafael Massanet y Faus a comienzos del siglo XX y actualmente conserva en su fachada y en su carpintería el aire de otras épocas, un contraste llamativo entre la calidez del hotel y el peso histórico que lo envuelve. Se consolida como el alojamiento más antiguo de la ciudad y hace más de 80 años era uno de los lugares donde se hospedaban los más reputados y de mayor fama en la isla.
La antesala de la guerra
La noche que durmió Franco en esa cama tiene su prólogo en la muerte del comandante militar Amado Balmes, un suceso que se presentó como un accidente durante unas prácticas de tiro. Con el pretexto de presidir el funeral y abrir una investigación, Franco llegó desde Tenerife y, tras reuniones con mandos locales, pasó la noche en el Hotel Madrid, tal y como recoge La Razón. Fue en la madrugada siguiente cuando llegaron las primeras noticias de la sublevación en Melilla.
Desde Las Palmas, Franco cerró filas y suscribió a primera hora un manifiesto que alineó las guarniciones del archipiélago con el levantamiento. La mañana del 18 culmina con el famoso traslado aéreo que permitió a Franco llegar a Marruecos y, posteriormente, organizar el puente aéreo del Ejército de África que marcaría el curso del conflicto. Desde entonces, la habitación número 3 del Hotel Madrid ha adquirido un magnetismo especial.
Con los años ha pasado a ser destino obligado tanto para investigadores como para visitantes que disfrutan contemplando el mobiliario original que vio dormir al caudillo. Su fama llega incluso hasta el mismísimo Hollywood, ya que durante el rodaje de Aliados (2016) la producción ocupó el hotel y Brad Pitt llegó a probar brevemente el catre, mientras que nombres como Gregory Peck, Uma Thurman o dirigentes como José Bono y Pasqual Maragall figuran entre quienes han recorrido ese espacio.
