La primera huelga laboral sucedió en Egipto y el motivo fue no recibir suficiente cerveza
Era considerada como un bien sagrado.

La huelga es un derecho fundamental que trata de defender los intereses generalmente laborales. Se reconoce en la Constitución Española y su historia tiene unas raíces muy profundas, tanto que se remontan a tiempos del Antiguo Egipcio. De hecho, la primera huelga documentada ocurrió en el año 1152 a.C.
En aquella época, durante el reinado de Ramsés III, en el poblado de Deir el-Medina existía una comunidad de artesanos encargados de construir y decorar las tumbas reales en el Valle de los Reyes a cambio de raciones de alimentos básicos como pago estatal.
Sin embargo, los trabajadores empezaron a ver cómo se retrasaban sus raciones cuando se les seguía exigiendo que trabajaran, por ello, decidieron organizar una protesta sin precedentes.
Entre los alimentos que no se les condecía estaba la cerveza, que era considerada como un bien sagrado para los egipcios. A diferencia de las bebidas modernas, la cerveza egipcia era espesa, nutritiva y esencial para la salud, ya que ayudaba a evitar enfermedades causadas por el agua contaminada. Era más una “sopa energética” que un licor, y su ausencia afectaba la nutrición y el rendimiento físico de los obreros.
La primera huelga laboral de la humanidad
Los retrasos en las entregas —posiblemente provocados por conflictos bélicos, corrupción o problemas de gestión— llevaron a los trabajadores a detener sus labores. Se negaron a continuar hasta recibir lo prometido, iniciando lo que hoy se considera la primera huelga laboral de la humanidad.
Los detalles de este episodio están registrados en el llamado Papiro de la Huelga o Papiro de Turín, que documenta cómo los obreros acamparon cerca de los templos, redactaron sus demandas y las entregaron pacíficamente a las autoridades. No hubo violencia ni sabotaje, solo una firme decisión de no trabajar sin las condiciones mínimas.
La presión funcionó. Aunque las autoridades intentaron calmar la situación con entregas parciales, los huelguistas se mantuvieron firmes. Finalmente, el Estado cedió, reanudó las raciones completas y los obreros regresaron a su labor.
