"Nunca ves a nadie por la calle". La frase del joven español Dani Abreu ha dejado sin palabras a miles de usuarios en redes sociales. En uno de sus vídeos en TikTok, (@dani_abreu) ha revelado una de las normativas más sorprendentes del microestado de Andorra. Asegura que está prohibido mendigar y pedir dinero en la calle, así como cualquier forma de ocupación o expresión pública no regulada.

"En Andorra está prohibido mendigar", afirma tajante el joven, que reside desde hace un tiempo en este país pirenaico conocido por su paisaje montañoso, su atractivo fiscal y sus estaciones de esquí. Sin embargo, tras la postal turística, se esconde una normativa que, según él, busca mantener una imagen pulcra y ordenada a toda costa.

"Efectivamente, aquí está prohibido mendigar, pedir dinero, dormir en la calle, cantar, tocar música… hacer cualquier tipo de estas cosas puede ser sancionado", explica en su vídeo, que ha acumulado más de 70 mil visualizaciones. La ley andorrana no solo persigue la mendicidad, sino cualquier comportamiento que implique utilizar el espacio público como forma de subsistencia o expresión artística sin autorización.

Un control constante

Según Abreu, el control es total: "Tú te puedes pasear por la calle más perdida del pueblo más perdido de Andorra y nunca, y repito, nunca, vas a encontrar a nadie pidiendo o durmiendo en la calle".

Una afirmación que ha llamado la atención por su contundencia, especialmente al compararlo con otros países europeos donde es habitual ver personas sin hogar, músicos callejeros o vendedores ambulantes en las ciudades.

A pesar de lo que podría parecer un logro de bienestar social, Dani Abreu advierte que la realidad es muy distinta: "De primeras puede parecer algo muy bonito, un lugar idílico donde no hay pobreza, pero la realidad no es esa".

Y añade: "No es tanto que no haya pobreza, sino que se intenta esconder la pobreza". Una reflexión que ha encendido el debate en redes sociales sobre si esta política busca erradicar la exclusión social o simplemente invisibilizarla.

"Nunca ves a nadie por la calle". La frase del joven español Dani Abreu ha dejado sin palabras a miles de usuarios en redes sociales. En uno de sus vídeos en TikTok, (@dani_abreu) ha revelado una de las normativas más sorprendentes del microestado de Andorra. Asegura que está prohibido mendigar y pedir dinero en la calle, así como cualquier forma de ocupación o expresión pública no regulada.

"En Andorra está prohibido mendigar", afirma tajante el joven, que reside desde hace un tiempo en este país pirenaico conocido por su paisaje montañoso, su atractivo fiscal y sus estaciones de esquí. Sin embargo, tras la postal turística, se esconde una normativa que, según él, busca mantener una imagen pulcra y ordenada a toda costa.

"Efectivamente, aquí está prohibido mendigar, pedir dinero, dormir en la calle, cantar, tocar música… hacer cualquier tipo de estas cosas puede ser sancionado", explica en su vídeo, que ha acumulado más de 70 mil visualizaciones. La ley andorrana no solo persigue la mendicidad, sino cualquier comportamiento que implique utilizar el espacio público como forma de subsistencia o expresión artística sin autorización.

Un control constante

Según Abreu, el control es total: "Tú te puedes pasear por la calle más perdida del pueblo más perdido de Andorra y nunca, y repito, nunca, vas a encontrar a nadie pidiendo o durmiendo en la calle".

Una afirmación que ha llamado la atención por su contundencia, especialmente al compararlo con otros países europeos donde es habitual ver personas sin hogar, músicos callejeros o vendedores ambulantes en las ciudades.

A pesar de lo que podría parecer un logro de bienestar social, Dani Abreu advierte que la realidad es muy distinta: "De primeras puede parecer algo muy bonito, un lugar idílico donde no hay pobreza, pero la realidad no es esa".

Y añade: "No es tanto que no haya pobreza, sino que se intenta esconder la pobreza". Una reflexión que ha encendido el debate en redes sociales sobre si esta política busca erradicar la exclusión social o simplemente invisibilizarla.

"Nunca ves a nadie por la calle". La frase del joven español Dani Abreu ha dejado sin palabras a miles de usuarios en redes sociales. En uno de sus vídeos en TikTok, (@dani_abreu) ha revelado una de las normativas más sorprendentes del microestado de Andorra. Asegura que está prohibido mendigar y pedir dinero en la calle, así como cualquier forma de ocupación o expresión pública no regulada.

"En Andorra está prohibido mendigar", afirma tajante el joven, que reside desde hace un tiempo en este país pirenaico conocido por su paisaje montañoso, su atractivo fiscal y sus estaciones de esquí. Sin embargo, tras la postal turística, se esconde una normativa que, según él, busca mantener una imagen pulcra y ordenada a toda costa.

"Efectivamente, aquí está prohibido mendigar, pedir dinero, dormir en la calle, cantar, tocar música… hacer cualquier tipo de estas cosas puede ser sancionado", explica en su vídeo, que ha acumulado más de 70 mil visualizaciones. La ley andorrana no solo persigue la mendicidad, sino cualquier comportamiento que implique utilizar el espacio público como forma de subsistencia o expresión artística sin autorización.

Un control constante

Según Abreu, el control es total: "Tú te puedes pasear por la calle más perdida del pueblo más perdido de Andorra y nunca, y repito, nunca, vas a encontrar a nadie pidiendo o durmiendo en la calle".

Una afirmación que ha llamado la atención por su contundencia, especialmente al compararlo con otros países europeos donde es habitual ver personas sin hogar, músicos callejeros o vendedores ambulantes en las ciudades.

A pesar de lo que podría parecer un logro de bienestar social, Dani Abreu advierte que la realidad es muy distinta: "De primeras puede parecer algo muy bonito, un lugar idílico donde no hay pobreza, pero la realidad no es esa".

Y añade: "No es tanto que no haya pobreza, sino que se intenta esconder la pobreza". Una reflexión que ha encendido el debate en redes sociales sobre si esta política busca erradicar la exclusión social o simplemente invisibilizarla.

"Nunca ves a nadie por la calle". La frase del joven español Dani Abreu ha dejado sin palabras a miles de usuarios en redes sociales. En uno de sus vídeos en TikTok, (@dani_abreu) ha revelado una de las normativas más sorprendentes del microestado de Andorra. Asegura que está prohibido mendigar y pedir dinero en la calle, así como cualquier forma de ocupación o expresión pública no regulada.

"En Andorra está prohibido mendigar", afirma tajante el joven, que reside desde hace un tiempo en este país pirenaico conocido por su paisaje montañoso, su atractivo fiscal y sus estaciones de esquí. Sin embargo, tras la postal turística, se esconde una normativa que, según él, busca mantener una imagen pulcra y ordenada a toda costa.

"Efectivamente, aquí está prohibido mendigar, pedir dinero, dormir en la calle, cantar, tocar música… hacer cualquier tipo de estas cosas puede ser sancionado", explica en su vídeo, que ha acumulado más de 70 mil visualizaciones. La ley andorrana no solo persigue la mendicidad, sino cualquier comportamiento que implique utilizar el espacio público como forma de subsistencia o expresión artística sin autorización.

Un control constante

Según Abreu, el control es total: "Tú te puedes pasear por la calle más perdida del pueblo más perdido de Andorra y nunca, y repito, nunca, vas a encontrar a nadie pidiendo o durmiendo en la calle".

Una afirmación que ha llamado la atención por su contundencia, especialmente al compararlo con otros países europeos donde es habitual ver personas sin hogar, músicos callejeros o vendedores ambulantes en las ciudades.

A pesar de lo que podría parecer un logro de bienestar social, Dani Abreu advierte que la realidad es muy distinta: "De primeras puede parecer algo muy bonito, un lugar idílico donde no hay pobreza, pero la realidad no es esa".

Y añade: "No es tanto que no haya pobreza, sino que se intenta esconder la pobreza". Una reflexión que ha encendido el debate en redes sociales sobre si esta política busca erradicar la exclusión social o simplemente invisibilizarla.

"Nunca ves a nadie por la calle". La frase del joven español Dani Abreu ha dejado sin palabras a miles de usuarios en redes sociales. En uno de sus vídeos en TikTok, (@dani_abreu) ha revelado una de las normativas más sorprendentes del microestado de Andorra. Asegura que está prohibido mendigar y pedir dinero en la calle, así como cualquier forma de ocupación o expresión pública no regulada.

"En Andorra está prohibido mendigar", afirma tajante el joven, que reside desde hace un tiempo en este país pirenaico conocido por su paisaje montañoso, su atractivo fiscal y sus estaciones de esquí. Sin embargo, tras la postal turística, se esconde una normativa que, según él, busca mantener una imagen pulcra y ordenada a toda costa.

"Efectivamente, aquí está prohibido mendigar, pedir dinero, dormir en la calle, cantar, tocar música… hacer cualquier tipo de estas cosas puede ser sancionado", explica en su vídeo, que ha acumulado más de 70 mil visualizaciones. La ley andorrana no solo persigue la mendicidad, sino cualquier comportamiento que implique utilizar el espacio público como forma de subsistencia o expresión artística sin autorización.

Un control constante

Según Abreu, el control es total: "Tú te puedes pasear por la calle más perdida del pueblo más perdido de Andorra y nunca, y repito, nunca, vas a encontrar a nadie pidiendo o durmiendo en la calle".

Una afirmación que ha llamado la atención por su contundencia, especialmente al compararlo con otros países europeos donde es habitual ver personas sin hogar, músicos callejeros o vendedores ambulantes en las ciudades.

A pesar de lo que podría parecer un logro de bienestar social, Dani Abreu advierte que la realidad es muy distinta: "De primeras puede parecer algo muy bonito, un lugar idílico donde no hay pobreza, pero la realidad no es esa".

Y añade: "No es tanto que no haya pobreza, sino que se intenta esconder la pobreza". Una reflexión que ha encendido el debate en redes sociales sobre si esta política busca erradicar la exclusión social o simplemente invisibilizarla.