Dormir con los calcetines puestos: la psicología destapa qué hay detrás de un gesto que muchos hacen a diario sin darse cuenta. Una costumbre que no solo tiene que ver con el frío.

Según han informado desde Italia, varios expertos en psicología creen que este hábito se debe a varios factores que están relacionados entre sí. Uno de ellos es el común, para manejar la temperatura corporal. 

También hay gente que lo hace porque se siente más cómoda y eso le ayuda a coger el sueño más fácil. Es cierto que unos pies calientes ayudan mejoran la circulación y reducen la temperatura del cuerpo.

Pero desde el punto de vista psicológico la cosa cambia. Los expertos creen que aquellos que se cubren los pies con calcetines en la cama es porque quieren simular el contacto físico.

También creen que es algo que hacen personas que buscan estabilidad emocional, que quieren tener una mayor empatía con la calidez y la comodidad o necesitan tener el control, es decir, una rutina precisa que no quieren romper nunca.

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