Esta es la petición que sueles hacer en la peluquería y que el peluquero odia con toda su alma
"Si solo seguimos los deseos del cliente, podemos acabar haciéndole un flaco favor".
Entrar a la peluquería suele empezar siempre igual, primero te lavan el pelo, luego te sientas en la silla, después el peluquero te pregunta cuánto quieres cortar y casi todos responden lo mismo: “lo menos posible”.
Sin embargo, según recoge el medio ltalehti, la estilista Anni Kosunen, con más de diez años de experiencia, ha advertido de que esta es precisamente la petición que más detestan los profesionales del cabello.
Kosunen asegura que esa respuesta limita el trabajo del peluquero y, en muchos casos, perjudica al propio cliente. “Tenemos la experiencia y el profesionalismo. Si solo seguimos los deseos del cliente, podemos acabar haciéndole un flaco favor”, explica.
¿Por qué no funciona “lo mínimo”?
La estilista finlandesa advierte que el cabello, al igual que unas medias rotas, puede deteriorarse rápidamente si no se corta lo suficiente. “Si no eliminas las puntas abiertas, el daño sigue avanzando y el pelo se vuelve flácido y sin vida”, señala.
Su consejo es no pensar en centímetros, sino en un cabello más fuerte, sano y con mejor aspecto a largo plazo. De hecho, muchos de sus clientes que al principio temían un corte más drástico terminaron agradeciéndolo porque notaron cómo su pelo rendía mucho mejor con el tiempo.
Formación y honestidad
Kosunen también defiende la importancia de que los peluqueros tengan un papel más activo y honesto con sus clientes. “No siempre es agradable escuchar la opinión sincera de un profesional”, afirma y añade que "el cliente no necesita entender ni saber cuántos centímetros de cabello necesita cortar".
Además, resalta la necesidad de formación continua en la profesión. Explica que, aunque la mayoría empieza su carrera a los 16 años, no existen requisitos para reciclarse después, lo que considera un error. “Las habilidades simplemente no pueden ser lo suficientemente buenas para durar el resto de tu vida después de tres años de educación básica”, defiende.