Eurovisión anuncia cambios en su sistema de votación para apagar las críticas por la participación de Israel
Limitará a diez el número de votos por línea telefónica (antes eran 20) y se mantendrá vigilante ante las posibles campañas por parte de gobiernos para influir en las votaciones.
La Unión Europea de Radiodifusión (UER), ente organizador del certamen, ha anunciado este viernes novedades con respecto al sistema de votación que entrarán en vigor a partir de la próxima edición del concurso, que tendrá lugar en Viena (Austria) en el mes de mayo.
Después de que varias televisiones participantes pidieran sustanciales cambios en la dinámica de la votación después de la enorme influencia del voto polarizado por factores políticos, como ha ocurrido con Israel en las dos últimas ediciones del festival, la UER ha decidido limitar el número máximo de votos por línea telefónica a diez (antes eran 20) e incorporar de nuevo la figura del jurado en las semifinales del concurso, que tendrá un 50% en la decisión sobre qué países se clasifican para la final.
Además, todos los jurados de cada país deberán ampliar su número de miembros de cinco a siete y deberán firmar un documento en el que se comprometen a votar "coordinados con otros jurados y no compartirán sus preferencias en internet hasta que no acabe el concurso". Dos de esos siete jurados, además, tendrán que tener entre 18 y 25 años para que las preferencias musicales de la gente joven tengan mayor peso en la decisión del jurado profesional.
Por lo demás, la UER se mostrará vigilante contra las campañas que persigan influir a favor de un determinado artista o país, sobre todo si se realizan por parte de gobiernos o agencias gubernamentales. Cabe recordar que el gobierno israelí fue acusado de financiar campañas con dinero público para impulsar el voto de sus representantes.
Por último, Eurovisión también promete fortalecer sus sistemas para "detectar y prevenir actividades de votación fraudulentas o coordinadas, y reforzar el seguimiento de patrones sospechosos para mantener la confianza en los resultados de la votación de la audiencia".
"Estas medidas están diseñadas para mantener el enfoque donde corresponde: la música, la creatividad y la conexión", señala en un comunicado Martin Green, director del festival.
“Si bien confiamos en que el concurso de 2025 arrojó un resultado válido y sólido, estos cambios ayudarán a brindar medidas más sólidas para que los fans puedan estar seguros de que cada voto cuenta y cada voz es escuchada. Eurovisión siempre debe seguir siendo un lugar donde la música ocupa un lugar central", señala.
En una carta dirigida a los fans, Green también asegura que estos cambios buscan evitar que el festival se convierta en un lugar para la división geopolítica". "Los gobiernos no participan en Eurovisión, los artistas sí. Artistas respaldados por emisoras públicas que no son responsables de las decisiones y acciones de sus gobiernos. Los artistas siempre han demostrado ante quienes buscan dividirnos que un mundo diferente es posible. Eurovisión siempre será una plataforma para conseguirlo", subraya.
¿Qué hará RTVE?
Las nuevas medidas han sido aprobadas por el Grupo de Referencia de la UER, algo así como el órgano de gobierno del festival, cuya presidencia corresponde a Ana María Bordás, de RTVE. En septiembre, la cadena pública española anunció que abandonaría el concurso si Israel se confirma como participante de la próxima edición. La presencia de la televisión israelí en Viena está prácticamente asegurada una vez que se suspendió una votación para estudiar su expulsión tras el alto el fuego decretado en Oriente Próximo y después de que el presidente de la televisión pública austriaca, anfitrión de la próxima edición, viajara a Israel hace dos semanas para mostrarles su apoyo. Un gesto que, sin embargo, fue afeado por su homólogo español, José Pablo López. "¿Esto no era un festival en el que no participaban los países sino las televisiones? Eso decía UER. Sin complejos", aseguró en un tuit.
La situación del concurso se discutirá dentro de dos semanas en una reunión general que tendrá lugar en Londres. Después de ella, RTVE (y los otros países que amenazaron con abandonar el concurso si seguía Israel participando) tendrá que decidir si finalmente competirá en Viena o romperá una racha de 65 participaciones consecutivas, desde su debut en 1961.