Ni nombre ni profes ni explicaciones: padres atónitos al descubrir que sus hijos irán a la escuela fantasma
Son más de 50 familias de Berlín las afectadas.
Decenas de familias del distrito de Pankow en la ciudad de Berlín celebraban recientemente la admisión de sus hijos en el prestigioso instituto comunitario Wilhelm von Humboldt. Sin embargo, el entusiasmo se desvaneció rápidamente al descubrir la letra pequeña.
Al parecer, los estudiantes no acudirían a ninguna de sus sedes oficiales, sino a una ubicación alternativa que ni siquiera figura en el sistema educativo del gobierno regional. El edificio en cuestión es un conjunto de aulas modulares situadas en la Rennbahnstraße, dentro del campus de una escuela primaria, y está previsto que se convierta en una nueva escuela comunitaria en el año 2027.
La sorpresa ha dado paso al desconcierto y a la indignación. “Es una auténtica escuela secreta”, afirma una madre entrevistada por Tagesspiegel, el medio que destapó el caso. Según relata, se enteró del traslado tras leer detenidamente el formulario de inscripción. “Todo es completamente opaco”, asegura.
“Es una escuela secreta”
Por ahora, no tiene nombre, no cuenta con profesorado definido y ni siquiera aparece en los listados oficiales del Departamento de Educación. La situación se debe a la falta crónica de plazas escolares en la capital alemana, especialmente en distritos como Pankow, el más poblado de Berlín.
Incluso alumnos con una la mejor nota posible en Alemania quedaron sin plaza en institutos públicos. Para aligerar la presión, la Oficina del Distrito ordenó a la Humboldt abrir nuevas clases… aunque no en su sede habitual.
La dirección de la escuela se negó rotundamente a acoger más alumnado en su sede de Erich-Weinert-Straße, alegando falta de espacio y el perjuicio que supondría para su modelo educativo. Finalmente, se habilitó esta sede improvisada y provisional, fuera del circuito escolar habitual.
Un experimento con final incierto
La nueva “escuela”, que oficialmente ni siquiera fue incluida como opción en el proceso de inscripción, no figuraba como primera, segunda ni tercera preferencia en ningún formulario. Sin embargo, los alumnos fueron derivados allí sin información clara.
Algunos padres denuncian que firmaron la admisión sin saber a qué centro iban sus hijos. “Esto es una estafa y un etiquetado falso”, afirma otra madre, que considera que los estudiantes están siendo tratados como parte de un experimento escolar con un desenlace incierto.
El consejero escolar de Pankow, Jörn Pasternack (CDU), ha reconocido la polémica y prometido valorar alternativas, aunque su oficina no ha dado respuestas concretas. Mientras tanto, la incertidumbre crece y muchos progenitores se plantean dar marcha atrás en la matrícula.