Aviso a todos los "padres cáscara de huevo": esta forma de crianza tiene un impacto negativo directo en los hijos
Es un rasgo muy preocupante.

"El hijo ha salido al padre" o "la niña es igual que su madre" son algunas de esas frases rutinarias que, bien para salir del paso de una determinada situación o realmente porque así sea, se han repetido hasta la saciedad. Y es cierto que los hijos tienden a aprender casi todo de sus progenitores: comportamientos, costumbres, rutinas, relaciones sociales, etc.
Pero no siempre es así. Y por qué no decirlo: por suerte no siempre es así. Y es que, quién no conoce a ese típico padre o típica madre que por cualquier razón cambia por completo su comportamiento de un momento a otro con su hijo. Realmente los hay a millares. Y seguramente, esto no le ocurra solo con sus hijos, sino en cualquier aspecto o contexto de la vida y con cualquier persona.
Pero evidentemente, este tipo de comportamientos son particularmente influyentes y determinantes en sus hijos, ya que copian y se ven reflejados en ellos. Así, una reputada psicóloga y psicoterapeuta estadounidense ha definido este tipo de situaciones como "padres cáscara de huevo".
Este concepto hace referencia a aquellos padres y madres cuyos comportamientos generan confusión en sus hijos. Tan pronto están divirtiéndose y disfrutando con ellos, como que de repente entren en cólera por alguna razón. Estos cambios de humor y de actitud tan vertiginosa y repentina provocan que sus hijos en edades tempranas no terminen de aclararse, y comiencen a actuar de una forma más precavida.
Según explica la psicóloga, estas situaciones se producen en padres emocionalmente inmaduros, capaces de pasar de la risa al llanto o de la alegría la ira de un momento a otro.
Al ser actitudes tan impredecibles para los niños, a estos les generan confusión y dudas, de modo que para no enfadar a sus padres, los niños se ven obligados a "andar constantemente sobre cáscaras de huevo". Esto quiere decir, a actuar de una manera extremadamente prudente para evitar problemas impredecibles con sus padres en cualquier momento.
De la misma forma, este concepto se utiliza para definir a los padres, ya que actúan como si fueran una cáscara de huevo: sólidos y fuertes por fuera pero realmente frágiles por dentro. Por todo esto, la doctora asegura que estos comportamientos paternos constituyen el principal problema para lograr una estabilidad emocional en los niños, ya que supone el principal componente tóxico de la crianza convencional.
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