Una psicóloga especializada en superdotados señala el cambio laboral que suele ser signo de altas capacidades
Muchas adultos no reciben un diagnóstico en su infancia.

Monique de Kermadec es una psicóloga clínica y psicoanalista especializada en superdotación intelectual que ha publicado El adulto superdotado, una obra con la que quiere dar visibilidad y apoyo a esos adultos con altas capacidades que recibieron un diagnóstico durante la infancia y que, en consecuencia, no han sabido cómo gestionar ciertas situaciones que les generaban frustración.
En una entrevista con el diario El Español, la experta ha señalado cuáles son las señales a las que deben prestar atención las familias o los educadores para detectar si un niño o adolescente tienen altas capacidades.
"Normalmente tienen un nivel de atención excepcional y un acceso al lenguaje de gran riqueza mucho más temprano. Construyen frases complejas y demuestran una gran curiosidad. No paran de hacer preguntas", cuenta de Kermadec.
Además, la experta también destaca que "los superdotados desarrollan pronto intereses que los niños de su edad no comparten". De Kermadec señala que de esta forma pueden aparecer ciertas frustraciones que, habitualmente, suelen acompañar a estas personas toda su vida a la hora de integrarse en diferentes entornos.
De hecho, la psicóloga también revela una característica que se suele dar en la mayoría de adultos superdotados o con altas capacidades. "Vemos constantes cambios profesionales. Los demás lo malinterpretan como inconstancia, pero para ellos, es una necesidad de buscar nuevos retos", destaca la experta.