El 'desconocido' pueblo de León de poco más de 200 habitantes que te sorprenderá por tres monumentos extraordinarios
Esta pequeña localidad de Tierra de Campos enamora por su monumentalidad. Allí te esperan tres edificios tan bellos como bien conservados.

León es una tierra llena de historia y arte, de paisajes increíbles y de gastronomía excelsa. Se puede disfrutar de sus altas montañas, sus hermosas ciudades, sus interesantes pueblos y esos campos que cambian con las cosechas. Hay mucho León por descubrir, pero lo que te proponemos visitar es un pequeño pueblo que sin duda te va a sorprender.
Este bello lugar se encuentra en la comarca de Tierra de Campos. Allí se alza poderosa la localidad de Sahagún, la más conocida de la zona, atravesada por el Camino de Santiago francés, y donde se puede admirar el mudéjar en las iglesias de San Tirso y de San Lorenzo, o el Monasterio de Santa Cruz, donde se encuentra el mausoleo real en el que está enterrado Alfonso VI de León con sus cuatro esposas, Inés, Constanza, Berta y Zaida.

No es Sahagún lo que nos ocupa, pero sí resulta el lugar perfecto para empezar debido a sus buenas comunicaciones y su interés. Después de admirar la villa facundina, hay que poner rumbo unos 8 kilómetros al sur, realizando en sentido inverso una pequeña etapa del Camino de Santiago que va desde Madrid. Allí, entre campos se erige Grajal, que con poco más de 200 habitantes tiene una monumentalidad desbordante, tanta que sorprende ya no al llegar, sino al ir acercándose al destino.
Porque Grajal de Campos es pequeño, sí, pero pese a su pequeña extensión puede presumir de tres joyas que sorprenden por su belleza y por su interés, y por encontrarse en una pequeña villa que una vez conoces, jamás podrás olvidar. Además, se puede acceder a su interior mediante una visita guiada tan interesante como recomendable y que se realiza de jueves a domingo en turno de mañana (a las 11:00 horas), y de tarde (a las 17:00 horas). Conviene reservar desde la web de turismo de Grajal de Campos.

La visita guiada comienza en la Casa Palacio de los condes de Grajal, sigue por el Castillo, y termina en la iglesia de San Miguel. El palacio es de estilo renacentista italiano y fue levantado en el siglo XVI. Es monumento nacional desde 1931 y fue comprado en 1998 por el ayuntamiento a la familia propietaria por seis pesetas, nada más y nada menos que 4 céntimos de euro, que lo ha restaurado con mucho esfuerzo después de décadas de abandono.
El palacio de la familia Vega, condes de Grajal, destaca por su magnífica fachada, pero sobre todo por su escalera renacentista y su patio, perfectamente ornamentados. Sin duda, una maravilla única que no te vas a encontrar en todas partes.

La ruta prosigue por el castillo, el primero artillero de España. Fue edificado también en el siglo XVI, entre 1520 y 1522. Sin duda fue una época gloriosa para el pueblo. Se levantó sobre la antigua fortaleza medieval existente y logró una elevación para que el monumento defensivo tuviera mejor vista. Cuenta con cuatro cubos que ejercen de torreones en las esquinas, y durante la visita se puede acceder a la parte más alta para disfrutar de la panorámica.
No es una iglesia cualquiera
La ruta guiada concluye en un templo que no es una iglesia cualquiera. Se trata de la de San Miguel Arcángel, construida en 1516. Sí, nuevamente en esa edad de oro de Grajal. Cuenta con planta de cruz latina y tres naves que están separadas por grandes columnas toscanas. El cuerpo de la iglesia es renacentista con detalles góticos, y el templo alberga un estupendo Altar Mayor de 1600, así como el altar de San Sebastián y la Capilla de Crucifijo.

Hay además un muro colindante con la capilla del palacio donde se encuentra una reja desde la que los condes oían misa para no tener que desplazarse a la iglesia y mezclarse con los vecinos. Cosas de la nobleza. Todo esto es interesante y bello, pero lo que de verdad convierte en único a este monumento es su torre, realizada en ladrillo, con 40 metros de altura y con una esquina angulada. La impresión que da al verla es única. Si te acercas a Grajal, lo entenderás.

Y si todavía quieres más Grajal de Campos, puedes admirar la ermita de la Virgen de las Puertas, el convento de la Virgen de la Antigua y el Hospital de Nuestra Señora de la Antigua. Cuando te vayas de Grajal te irás con la sensación de que no es lo que esperabas, sino que es todavía mejor.
