Bien... ¿o te cuento?
Los hombres no hablamos de nosotros mismos. Sí contamos nuestras aventuras y anécdotas, pero creo que es difícil aún escucharnos decir "me siento/temo/necesito ayuda", y más si estamos frente a otro hombre. Esta actitud alimenta la falta de visibilidad que tienen las "enfermedades masculinas".