Los documentos de Gabriel García Márquez en la Universidad de Austin aclaran el rosario de equívocos, amores terribles, prejuicios culturales y maltrato contra las mujeres.
En la esquina más sucia de la dársena, al fondo, donde las corrientes acumulan porquerías, ratas y desechos me encontré con un barco que un día quise. Un amante casi olvidado que a pesar de los años y lo que habíamos cambiado me volcó el corazón. Se mecía con gemidos de barco viejo, aunque no lo era tanto.
Una tarjeta profesional no hace periodista a nadie y un diploma no es garantía de nada. En muchas casas de este país había máquina de escribir; pero sólo en una había un Gabriel García Márquez.
Hace una semana la actriz holandesa y embajadora de buena voluntad de Unicef, Nicolette Van Dam, publicó un desafortunado tuit que ofendió a los hinchas Colombianos que siguen el mundial de fútbol en Brasil. Algunas personas han dicho que no entienden por qué los colombianos no sabemos bromear.