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Ayuso y el 'comodín ETA' para atacar al Gobierno... Catorce años después del cese definitivo de su actividad armada

Ayuso y el 'comodín ETA' para atacar al Gobierno... Catorce años después del cese definitivo de su actividad armada

La banda terrorista abandonó la actividad armada en 2011 y se disolvió de manera definitiva en 2018. A pesar de todo, la presidenta de la Comunidad de Madrid y el PP recurren de manera constante a ETA como si todavía existiese.

De izquierda a derecha, este domingo: José María Aznar, Isabel Díaz Ayuso y Alberto Núñez Feijóo.A. Perez Meca/Europa Press via Getty Images

Hace unas semanas, el pasado 20 de octubre, se cumplieron catorce años de aquel comunicado en el que ETA anunció el cese de toda actividad armada. Nunca más volvería a atentar contra nada ni nadie. Seis años y medio después, en mayo de 2018, los históricos dirigentes de la banda terrorista Josu Urritikoetxea (Josu Ternera) y Soledad Iparraguirre (Anboto) leyeron un último comunicado en el que anunciaron "el desmantelamiento total del conjunto de sus estructuras" y "el final de su trayectoria y su actividad política". Gracias a la resistencia ciudadana y a profundas, difíciles y longevas negociaciones políticas, ETA desaparecía. Y, sin embargo, este domingo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, espetó desde el Templo de Debod, en Madrid, que la inexistente banda terrorista "está preparando su asalto al País Vasco y a Navarra mientras sostiene a Pedro Sánchez". "Que me digan que es mentira", se envalentonó Ayuso en un extraño pulso a la objetividad de la historia.

Cinco días antes de ese reto a la verdad, uno perdido de antemano, Ayuso también habló de ETA, lo que le valió la amonestación de Consuelo Ordóñez, la hermana de Gregorio Ordóñez, el líder del PP de Gipuzkoa que fue asesinado por la banda terrorista en 1995. "ETA no puede entregar nada porque afortunadamente no existe, la diferencia de que no exista en mi caso se llama Gregorio Ordóñez. ¿Así lo entiende mejor?", preguntó la también presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) sin hallar respuesta, después de que la presidenta de la Comunidad de Madrid volviera a insistir en que "ETA le ha entregado la legislatura a Pedro Sánchez".

Quizás ahora sea Ayuso quien más haga alusión a una desaparecida ETA para atacar al Gobierno, pero el comodín del terrorismo ha sido habitual en el Partido Popular desde que ETA es solo una conjunción de siglas del pasado. En una reciente emisión de Salvados, contó Aitor Esteban, líder del PNV, que la primera vez que supo quién era Miguel Tellado fue cuando el actual secretario general del PP le gritó en el Congreso durante el fallido intento de investidura como presidente de Alberto Núñez Feijóo. "¡Sois Bildu, sois como ETA, sois lo mismo!", escuchó Esteban al bajar de la tribuna. "Me giro, veo a un tipo que no conocía, y luego pregunté 'quién es este'... Tellado. Esa es mi primera imagen de Tellado", recordó el ahora presidente del PNV.

Poco después de las elecciones vascas de 2024, en las que más de 340.000 personas votaron a EH Bildu (casi 100.000 más que en las de 2020), la senadora del Partido Popular Ana Beltrán enfangó una sesión de control al Gobierno tras acusar al Gobierno y, en concreto, al exfiscal general del Estado de "chapotear en la sangre" de las víctimas de ETA. No era, por supuesto, la primera vez que alguien del PP atacaba de este modo al PSOE, un partido al que ETA tuvo toda su historia en la diana. Años antes, desde el Congreso, el exalcalde socialista de San Sebastián, Odón Elorza, amigo y/o cercano de políticos asesinados como Fernando Múgica, Ernest Lluch o Gregorio Ordóñez, entonó un basta. "¡Ya está bien, dejen de utilizar a las víctimas del terrorismo! ¡ETA desapareció!"

El PP, no obstante, igual que olvida que ETA no existe, descuida los tiempos en los que ellos mismos apostaron por un diálogo y una negociación con la banda terrorista para lograr "un final dialogado". Hubo un tiempo, de hecho, en el que hasta el expresidente socialista Felipe González "transmitió al Ejecutivo de José María Aznar cierta inquietud por el exceso de énfasis en la oferta de diálogo a ETA". Entonces, el PNV apoyó la investidura de Aznar, aunque sus votos no fueran imprescindibles. Qué diría Tellado.

Las alusiones de Ayuso a una supuesta ETA que todavía vive aquí entre nosotros, aunque nadie pueda verla, son proporcionales al aumento de apoyo en votos a EH Bildu, tanto en Euskadi como en Navarra. Este domingo, la presidenta de la Comunidad de Madrid se mostró compungida por ese intento de ETA de hacerse con ciudades como Pamplona. Allí, en las elecciones municipales de 2023, EH Bildu obtuvo 20.000 votos más que el Partido Popular, relegado a la cuarta posición. El actual alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, de EH Bildu, firmó por cierto en 1998 un manifiesto contra ETA tras el asesinato de Tomás Caballero. Ni con esas. En 2023, la presidenta regional del Partido Popular saltó con que "EH Bildu no son los herederos de ETA; es ETA". Este mismo lunes se ha publicado el Sociómetro del Gobierno vasco, según el cual el PNV obtendría el 36,3% de los votos en unas elecciones; EH Bildu, el 31,7%; el PSE-EE, el 13,6%; y el PP, el 8,4%.

Hace unos años, el exministro de Asuntos Exteriores del PP José Manuel García-Margallo contó una anécdota en La Sexta que explicaba el porqué de esa alusión constante a ETA: "Elecciones municipales de 2015, San Sebastián. Yo acudo a la presentación de la lista. Había muy poca gente y muy poca atención de los medios. Cuando salí, le dije a la máxima dirigente del partido en aquel momento: '¿Por qué no logramos penetrar en la sociedad?' Me dijo una frase tremenda: desde que no nos matan, no tenemos proyecto".

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Me llamó Héctor Juanatey, aunque como dice Xoan Tallón, eso no importa, todo el mundo tiene un nombre. Me gusta escribir y contar cosas. En El HuffPost escribo de política, y como política lo es todo, decirles esto es como decir todo y decir nada.

 

Sobre qué temas escribo

En El HuffPost escribo, como ya les dije, de política, que es todo. Si quisieran entrar más en detalle, les cuento: por gustar, me gusta escribir de todo aquello que me preocupa dentro y fuera de la redacción. En los últimos años, por ejemplo, he estado investigando el ascenso de la extrema derecha, una suerte de virus invisible que crece cada día más. Un crecimiento, sin embargo, que también tiene responsables, y en ellos me gusta fijarme, ya sea Elon Musk, Mark Zuckerberg o influencers de ultraderecha con cada vez más adeptos. Pero también la política es causa de la desafección de la que beben los ultras. De ahí que no haya que olvidarse nunca de temas fundamentales como la vivienda; en definitiva, de las condiciones materiales de la ciudadanía. Por ese motivo, también, y desde la cobertura que hice para Público durante el 15M en la Puerta del Sol, en Madrid, he centrado gran parte de mi trabajo en las diferentes reivindicaciones de la movilización social. Sospechen siempre de aquellos periodistas que acostumbran a agobiar con la cantinela de la objetividad. Al final, solo buscan desprestigiar el sentido mismo de la profesión.

 

Mi trayectoria

Pese a todas las advertencias, desde que me decanté por estudiar periodismo (Licenciatura y Máster en Periodismo de Investigación), a excepción de un parón en el que trabajé en discurso y comunicación política, he tenido la suerte de dedicarme a escribir. Empecé en La Voz de Galicia y, tras dejar la terruña (Galicia) y mudarme a la capital en busca de oportunidades laborales, pasé por Público, La Sexta, fui redactor fundacional de eldiario.es, y he escrito para un buen número de medios como Praza.com, la revista Luzes, Playground Magazine, La Marea, Vanity Fair o CTXT. En una ocasión estuve en el campamento de refugiados de Dajla, en el Sahara, y de allí me traje unas breves anotaciones que fueron publicadas como libro, ‘Dajla. Apuntes desde o Sahara’, editado por Praza. En otra, entrevisté a Txema Guijarro, una de las personas que trabajó en el asilo de Julian Assange y Edward Snowden, y esos diálogos se transformaron también en libro, ‘El analista. Un espía accidental en los casos Assange y Snowden’, de Libros del KO. En otro lapso de tiempo, creé junto a los cómicos Facu Díaz y Miguel Maldonado un programa de humor, La Tuerka News, porque tengan claro que sin risas nos vamos a la m*****.

 


 

Cómo contactar conmigo:

Podéis escribirme a hjuanatey@huffpost.es. Se aceptan insultos, siempre y cuando tengan cierta gracia. Estoy en X/Twitter (@hectorjuanatey), Bluesky, (@hectorjuanatey.bsky.social), Instagram (@hectorjuanatey) y TikTok (@hectorjuanatey). Lo curioso es que, en el fondo, me gustaría que desapareciera más de una de estas plataformas.